Existe un número importante de construcciones que representan un enorme activo fijo, algunas de las cuales tienen además un incalculable valor patrimonial, donde se constatan distintos tipos de degradación, producto natural del tiempo o de la acción de los usuarios, y para los cuales no existe una estrategia clara de intervención. Cuando se actúa sobre estos ejemplos generalmente es a demanda, cuando la situación ya es límite, de uso o de servicio, sin un criterio de intervención programada y constatando la ausencia de mantenimiento preventivo. En ese contexto se debe reconocer que poco a poco va ganando terreno la necesidad de intervenir en las obras de restauración, sobre todo, con rigurosidad científica para enfrentar los problemas tecnológicos que se presentan y creando esquemas de trabajo que contemplen el estudio de los materiales componentes. Dada la abundancia de estructuras de Hormigón Armado presentes entre las construcciones de nuestro país y de la proximidad al mar de muchas de nuestras ciudades, resulta interesante e inminente la evaluación del estado de este tipo de estructuras. En este trabajo se realiza la implementación de técnicas de monitoreo de la Corrosión del Hormigón Armado, estudiándose una estructura de nuestra capital: el puente peatonal situado sobre la Av. Cachón, de 55 años de antigüedad, en la cual existen signos de corrosión como son: la presencia de óxidos, que se distinguen como manchas marrones y la delaminación de vigas, con acero expuesto. Para evaluar el estado de la estructura con respecto a la corrosión se realizan los siguientes ensayos: • Medida del espesor del recubrimiento de Hormigón • Medida de la Resistividad Eléctrica • Medida de la profundidad de carbonatación • Determinación de la concentración de iones cloruro • Determinación de la Resistencia a la Compresión • Determinación de Porosidad y Absorción de Agua a partir de los cuales se concluye que el riesgo de corrosión para la estructura en estudio es elevado.