La sustitución de los calentadores eléctricos convencionales (calefones) por sistemas de calentamiento de agua en base a colectores solares es un proceso que ha comenzado tímidamente en Uruguay. En este trabajo se desarrolla el análisis de las inversiones necesarias para continuar y profundizar dicho proceso y se evalúa el potencial del mismo en cuanto a la reducción del costo de generación eléctrica mostrando claramente el beneficio para el país de acelerar el mismo. La reducción del costo de generación de electricidad se da tanto por la sustitución directa de ésta fuente de energía por la solar como por el retraso en las inversiones necesarias en el sector eléctrico para el abastecimiento de la demanda. De la evaluación global de la medida resulta que la inversión en calefactores solares conlleva a un costo del calentamiento de agua bastante menor que el costo de realizar el mismo calentamiento con energía eléctrica. La inversión de cubrir la actual demanda eléctrica asociada al calentamiento de agua con inversiones en calentadores solares es, mirada como alternativa de expansión de la generación de energía eléctrica, claramente inferior a cualquiera de las otras alternativas de expansión disponibles en la actualidad. También es de destacar que el plazo de implantación de las inversiones en calentamiento de agua solar es muy inferior al plazo de las alternativas de expansión de la generación de energía eléctrica que tienen plazos entre dos y cuatro años. Adicionalmente a lo ya destacado respecto del costo directo de las inversiones, del ahorro en el costo operativo y de la viabilidad de disponer de las misma en plazos reducidos se agrega el atractivo del conjunto de externalidades sociales, ambientales y económicas asociadas a que los calentadores solares son inherentemente distribuidos, generando mano de obra con igual distribución, son más amigables con el ambiente y la sustentabilidad del desarrollo haciendo un uso más eficiente de la energía. La reducción del consumo eléctrico, actualmente asociado al calentamiento de agua, puede evitar un año completo de crecimiento de la demanda del sector eléctrico, y al mismo tiempo, reducir coyunturalmente las vulnerabilidades ante crisis de abastecimiento por sequías, hasta que el sistema eléctrico esté equilibrado. Desde el punto de vista del cliente los beneficios que puede tener la promoción de esta tecnología equivale a una importante reducción de la tarifa. La barrera más importante para la generalización masiva de estos aparatos viene por el lado del monto inicial de la inversión. El papel de UTE en esto puede ser determinante. En cuanto al impacto sobre la recaudación de UTE por la reducción de la demanda, cabe destacar que en un año de condiciones hidráulicas promedio, la reducción de la facturación estimada sería de 5,% pero se vería compensada por una disminución de las inversiones necesarias para cubrir el crecimiento de la demanda.