El presente artículo tiene dos ejes fundamentales: 1º) analiza el proceso de nueva institucionalidad universitaria que se ha desarrollado en los últimos años (fundamentalmente a partir de la constitución de la Universidad Tecnológica y la media sanción a la Universidad de la Educación); 2º) describe el proceso del II Congreso Nacional de Educación “Reina Reyes”. En el primer eje, se tienen en cuenta no solo los procesos que llevaron a la creación de la UTEC y la propuesta de creación de la UNED, sino también los cambios que se dieron a la propia interna de la Universidad de la República (aprobación de la Ordenanza Académica de Grado, desarrollo en el interior del país, cooperación interinstitucional con la ANEP). Si bien esta nueva institucionalidad tiene por objetivos reforzar y diversificar las opciones formativas y de titulación que la educación pública ofrece en su nivel superior, en un intento por cumplir así con una meta estratégica para el país: la generalización de la educación terciaria y universitaria, también tiene otros aspectos que son por lo menos necesarios de revisar críticamente: la propia lógica institucionalizadora y fundacional del sistema político, las dificultades para llegar a “acuerdos nacionales”, la elaboración de un proyecto académico que sostenga a largo plazo la diversidad de estructuras, la mayor coordinación. El segundo eje del artículo es un breve análisis del proceso organizativo y resultados del II CNE y el papel que jugó la Universidad en su realización que culminó el 29 y 30 de noviembre pasados.