Las organizaciones se enfrentan hoy a un entorno que se transforma constantemente exigiendo respuestas ágiles. En este marco, las mismas han comenzado a reconocer el valor generado por sus activos intangibles, entre ellos el capital humano, cuya gestión en empresas orientadas a la calidad es el foco del presente trabajo. Las empresas que buscan mejorar hacia un enfoque de Gestión Total de la Calidad deben refinar continuamente la forma en que gestionan su capital humano. En esta línea, el presente trabajo proporciona una selección de mejores prácticas para los procesos de gestión de Recursos Humanos y una herramienta para su evaluación. Esta herramienta materializada en un Modelo de Madurez se constituye en una guía de utilidad para orientar los esfuerzos hacia las mejores prácticas en el camino de la mejora continua. Del trabajo de campo surge que las empresas evaluadas han logrado superar los niveles de desarrollo exigidos por los modelos de calidad de referencia, en muchos de los procesos de gestión de Recursos Humanos. No obstante, las mismas deben reconocer la necesidad de seguir trabajando para lograr mejoras permanentes en la gestión del capital humano. La calidad ha de ser concebida por las empresas como un horizonte dinámico.