En los rodeos lecheros de alta producción es importante lograr un correcto balance nutricional, especialmente en los períodos de mayores requerimientos, que corresponde al inicio de la lactancia. En el período de lactancia temprana la vaca llega al máximo de su producción, a pesar de estar disminuido su consumo, por lo que el aporte de los nutrientes y por consecuente su utilización no satisface los requerimientos para la misma (NRC 2001). Debido al déficit energético producido, y en un intento a compensarlo, el animal debe movilizar sus reservas corporales durante el período de desequilibrio energético al que se conoce como balance energético negativo (SEN). Es por esto que, en la búsqueda de minimizar los efectos del SEN, se han buscado nuevas estrategias como disminuir la frecuencia del ordeñe (Stewlagen et al, 2013). El objetivo de este trabajo fue de evaluar el impacto de realizar un manejo de frecuencia de ordeño reducida durante la lactancia temprana sobre la producción de leche, el consumo y el status energético a lo largo de toda la lactancia en vacas lecheras primíparas. Para eso se utilizaron veinte vacas Holstein primíparas, agrupadas según la fecha probable de parto, peso vivo (PV), espesor de grasa subcutánea (EGSC) y score de condición corporal (SCC). Esas vacas se asignaron a uno (1X) o dos (2X) ordeños al día, hasta la semana 8 de lactancia (período de tratamiento). Ambos grupos fueron mantenidos con la misma alimentación. Después del período de tratamiento todas las vacas fueron ordeñadas 2X hasta el final de la lactancia. Los resultados se procesaron utilizando el procedimiento PROC MIXED de SAS. El consumo de pastura y de ración totalmente mezclada (RTM), así como la ingesta total de materia seca no difirieron en ambos tratamientos (P>O,05). Durante el período de tratamiento se observó que el grupo 2X produjo 9,6 kg de leche más que el 1X (P<0,05) y 1,6 kg más luego del tratamiento vs 1X (PO,001). En la proteína durante el mismo periodo no se observó diferencia entre los tratamientos. Se presenta una disminución en la concentración de lactosa en el grupo 1X (4,78 vs 5,07% P< 0,001). Los cambios observados luego del periodo de tratamiento en la concentración de sólidos en leche, son similares a los ocurridos durante el tratamiento. Con respecto a la producción acumulada de leche en toda la lactancia (semana 1 a 43) fue más baja para el 1X (aproximadamente de 860 kg menos) comparada con el 2X (P = 0,028). El rendimiento de lactosa fue de 47 kg más en 2X (P= 0,011), el rendimiento total de kg de proteína fue de 23,1 kg más para el 2X (P = 0,007). El rendimiento total de grasa durante el periodo de tratamiento, así como también en toda la lactancia no fue diferente entre los tratamientos. La producción acumulada de leche corregida por grasa (LCG) 4% no fue diferente entre los tratamientos (aproximadamente 5340 kg, P > 0,05). El estatus energético se midió mediante el estado de las reservas corporales de los animales, en ese caso en el tratamiento 1X el SCC (3,5 vs. 3,3) y EGSC (2,03 vs. 1,67) fue mayor respectivamente en comparación con el tratamiento 2X durante toda la lactancia. El PV en cambio no difirió entre los dos grupos de animales. Así, según las condiciones de nuestro trabajo se concluye que, al realizar un ordeño diario en primeras 8 semanas de lactancia post parto de vacas primíparas, se logra una menor producción de leche durante la lactancia actual en comparación con las ordeñadas dos veces al día. El factor frecuencia de ordeñe, no afectó el CMS durante la lactancia temprana y, como consecuencia, las vacas ordeñadas 1X durante la lactancia temprana mostraron mayor SCCy EGSC durante toda la lactancia, indicativo de mejor estatus energético