El desarrollo de software requiere la utilización de modelos, metodologías y herramientas eficientes. A lo largo de las ya varias décadas de historia múltiples han sido las propuestas de mejoras, muchas de ellas significativas. Una de las preocupaciones permanentes ha sido la de mejorar el manejo de base de datos, procurando obtener un creciente nivel de abstracción y de independencia, así como de mejorar la eficiencia de desarrollo y el confort del programador. Con relación a las épocas primitivas (en el sentido de iníciales), donde los datos en disco eran manejados explícitamente a través de direcciones físicas (disco, pista, sector), la aparición de archivos, archivos indexados y luego de las bases de datos Jerárquicas y Redes representó un enorme salto adelante. Más adelante el Modelo Relacional y el lenguaje SQL se presentan como la última y definitiva solución a la independencia y al nivel de abstracción en el manejo de datos. El enorme avance que esta tecnología representó y la universalidad de su utilización no deben ocultar muchos de sus inconvenientes: la manipulación de SQL desde los lenguajes de programación imperativos, incluso los basados en el principio de la Orientación a Objetos, sufre del inconveniente del uso de dos paradigmas diferentes (uno para la base de datos, otro para la programación), y del carácter operativo de SQL. La resolución de estas dificultades ha generado varias propuestas diferentes, como es el caso del uso de Base de Datos Orientadas a Objetos (para disponer de un único paradigma para datos y programas), la gestión de la Persistencia de Datos (ocultando la presencia explícita del manejo y trasiego de datos el ambiente de programación y el del manejador de base de datos), y más recientemente la idea de aumentar el nivel de programación ocultando el uso explicito de SQL y aplicando técnicas de programación funcional. Este último enfoque ha dado lugar históricamente a varias herramien