The bioinvader bivalve Corbicula fluminea (Müller, 1774) is known in the Río de la Plata River since about 35 years ago. This time lapse fills a gap in taphonomical studies, that comprises usually strictly contemporaneous or at best centuries-old phenomena. We sampled shells of this species in one locality in two occasions with the same methodology. Fragmentation, presence of periostracum, corrasion, bioerosion and bioencrustation were studied externally in four sectors of the valve: umbonal, anterior, central, and posterior. We tested the differences in the frequencies of the attributes between the two samples by 2means of Χ, resulting only significantly different corrasion in the umbonal sector and fragmentation in the central and posterior areas.The umbonal area was the most affected sector, and it was attributed to a higher exposition to corrasive agents (i.e., moving clasts) compared to other areas of the valve. Neither bioerosion nor bioencrustation was recorded, being this attributed to the less prevalence of these taphonomic features in the low salinity conditions of the study area.

El bivalvo invasor Corbicula fluminea (Müller, 1774) es conocido en el Río de la Plata desde hace 35 años. Los estudios tafonómicos que impliquen un lapso de este rango son relevantes, ya queusualmentesetieneaccesoainformaciónestrictamente contemporánea o como muy cercano al presente, de cientos de años de antigüedad. Para este trabajo muestreamos en dos ocasiones y con la misma metodología bioclastos de C. flumineaen una localidad del Río de la Plata superior. Se estudiaron externamente la fragmentación, presencia de periostraco, corrasión, bioerosión y bioincrustación, en cuatro sectores de la valva:umbonal,anterior,centralyposterior.Lasfrecuencias de estos atributos se compararon mediante el 2test de Χ, encontrándose diferencias significativas solamente en la corrasión del sector umbonal y en la fragmentación de los sectores central y posterior. El sector umbonal fue el más afectado, atribuyéndose esto a su mayor exposición a los agentes corrasivos (i.e., impacto de clastos) en comparación con otras áreas de la valva. No se registró bioerosión ni bioincrustación, seguramente debido a la ausencia de los organismos habitualmente implicados, debido a la baja salinidad en la que se desarrolla esta especie.