La mortalidad de corderos en las primeras 72 horas de vida impacta en gran medida a la cría ovina, sobre todo en condiciones extensivas, resulta en pérdidas económicas y afecta el bienestar animal. Los partos donde la fase de expulsión fetal (fase II) se prolonga, pueden influir al comportamiento materno; debido al período prolongado de hipoxia durante el parto puede afectarse también el comportamiento del neonato. Existe escasa información acerca del tiempo necesario de la fase de expulsión fetal, para que se produzcan estos cambios en el comportamiento materno, o para que la hipoxia resultante de un parto prolongado, pueda revertirse o provoque secuelas que afecten la viabilidad del cordero. Las alteraciones en el comportamiento, evitarán que se logre un correcto vínculo madre-cría. En este trabajo de tesis se buscó investigar sobre el tiempo requerido para que la duración de la fase de expulsión fetal tenga consecuencias sobre los factores comportamentales tanto de la madre como de la cría. Para una temprana detección de la hipoxia fetal, se evaluó la eficacia de una herramienta no invasiva y de fácil uso, el oxímetro de pulso, comparándolo con gasometría venosa. La prolongada duración del parto afectó el comportamiento tanto de las madres como de los corderos, lo que alteró el vínculo madre-cría, con un mayor porcentaje de abandono de corderos. Una correlación lineal entre la duración del parto y el mal comportamiento materno se observó en ovejas primíparas, pero no así en las multíparas. El oxímetro de pulso logró detectar aquellos corderos con bajo porcentaje de oxigenación al nacer, por lo que podría utilizarse para establecer medidas terapéuticas o de manejo que mejoren la sobrevivencia. Una disminución en el período de expulsión fetal mediante asistencia programada al parto resultó en una mejora tanto en el comportamiento materno como en el vigor de los corderos en ovejas primerizas, lo que permitió establecer un vínculo madre-cría apropiado y mejorar potencialmente la sobrevivencia neonatal.