This article provides empirical evidence about the effects of COVID-19 on university students' educational outcomes in the first year of enrollment for a developing country, Uruguay. To do this, we use administrative microdata from the public university students from 2017 to 2020. Our findings show that students enrolled in 2020 are more likely to drop out and take fewer courses but are more prone to obtain larger scores than the previous generations. These effects are more pronounced for males and students from lower socioeconomic backgrounds. In addition, using survey data, we find that the lack of access to bibliographic material, the lack of interaction with teachers and students, and not having adequate resources is associated with a reduction in the number of approved courses, a less average score, and enrollment in fewer courses. Moreover, the possibility of having classes at any time, taking courses from home and avoiding the travelling time increase the number of approved courses and the average score. Finally, we observe that employed students do relatively worse than non-employed students.

El presente trabajo aporta evidencia empírica par Uruguay, sobre los efectos del COVID-19 en el desempeño educativo de los estudiantes de educación universitaria en su primer año de matriculación. Para ello utilizamos datos administrativos de la Universidad de la República desde el 2017 al 2020. Nuestros resultados muestran que los estudiantes matriculados en 2020 tienen mayor probabilidad de abandono y de realizar menos cantidad de cursos, pero son más propensos a obtener mayores calificaciones al compararlos con las cohortes previas. Estos efectos son más pronunciados para los hombres y para estudiantes de menor nivel socioeconómico. Adicionalmente, utilizando datos de una encuesta realizada durante el año 2020, encontramos que la falta de acceso a material bibliográfico, la falta de interacción con estudiantes y docentes y no contar con los recursos adecuados reduce la cantidad de cursos aprobados y está asociado con un puntaje promedio menor de calificaciones. Además, las posibilidades de realizar cursos en cualquier momento, tomar clases desde las casas y evitar los tiempos de viaje aumenta el número de cursos aprobados y las calificaciones obtenidas. Por ultimo, observamos que los estudiantes que se encuentran empleados tienen un peor desempeño al compararlos con los estudiantes que no se encuentran trabajando.