La deliberación masiva y pública en los partidos políticos genera un foco de tensión entre sus representantes con los principios de la democracia representativa. Desde una perspectiva académica y particularmente desde la teoría democrática se han encontrado puntos de encuentro, pero en la empiria sus fronteras son más difusas. Es justamente en este campo que adquiere relevancia el estudio de caso de Uruguay en el período fundacional de los partidos políticos, que sin demasiadas controversias se puede ubicar en las primeras décadas del siglo XX, en consideración al reconocimiento del alto nivel de su cultura democrática en términos comparados y la legitimidad que aún gozan sus partidos en los valores de la sociedad. El artículo releva los argumentos a favor de una deliberación masiva y pública en el marco institucional de los partidos políticos ofrecidos por José Batlle y Ordoñez en momentos de la fundación de uno de los partidos con mayor influencia del sistema político uruguayo, en mayo de 1919 y las soluciones institucionales experimentadas por su acción, que habilite a la reflexión respecto al valor de los debates argumentativos racionales en espacios políticos abiertos orientados a la decisión como forma de legitimación y producción de civilidad, tan demandados en importantes corrientes de la teoría democrática identificadas con la tradición republicana