En Uruguay, el sector de transporte utiliza principalmente combustibles fósiles de países productores de petróleo. Por esta razón, se importa petróleo crudo que es refinado para obtener combustibles. El proceso de producción, transporte y almacenamiento de combustible genera pérdidas que amenazan el medio ambiente, debido a que los derivados del petróleo tienen componentes recalcitrantes de gran toxicidad para el ambiente y la salud. Actualmente, se utilizan métodos fisicoquímicos para la descontaminación de suelos y aguas subterráneas, pero no logran la total remoción de los contaminantes. La biorremediación con microorganismos degradadores de hidrocarburos es una estrategia novedosa en Uruguay y puede contribuir a la descontaminación. Este trabajo, se enfoca en desarrollar consorcios microbianos eficientes en la degradación de hidrocarburos provenientes de la gasolina. En una primera etapa, se puso a punto una técnica de extracción orgánica para la determinación de naftaleno y TPHs (total petrol hydrocarbons) por GC-MS. En una segunda etapa, se prepararon consorcios utilizando como inóculo inicial agua de una playa cercana a una refinería, y se evaluaron distintos porcentajes (0,5% y 1%, v/v). Se obtuvieron dos consorcios con crecimiento estable alimentados con 0,5% v/v de nafta como única fuente de carbono. Adicionalmente, se realizaron extracciones de ADN para analizar por secuenciación masiva las comunidades microbianas presentes. En uno de los consorcios el género Pseudomonas tiene una abundancia de 99,8%, mientras que en el otro es de 14,3%. En este último consorcio, dentro de los microorganismos más abundantes se encuentra el género Brevundimonas (56,2 %) y el género Sporocarcina (12,8%). En definitiva, las comunidades presentes en los consorcios son diferentes, tanto en su identidad como en su abundancia relativa. Actualmente, se está evaluando la cinética de consumo de naftaleno y TPHs en ambos consorcios por GC-MS según el protocolo establecido.