Cuando se recorre la copiosa literatura sobre el embarazo extrauterino. y se conocen los capítulos clásicos de la Ginecología; cuando se poseen conocimientos claros de la cirugía de urgencia; cuando se ha meditado suficientemente sobre el problema sin aclarar todas sus incógnitas; cuando hemos vuelto una y otra vez sobre nuestros yerros, para evitar repetirlos; cuando hemos contababilizado tantos hallazgos operatorios contradictorios de una clínica bien discriminativa; cuando hemos buscado con afán a través de todas las experiencias, el matiz destacable en el síntoma nuesto entender mas fiel; cuando hemos visto cometer errores a los más calificados técnicos. parecería que en materia de E. E. debiéramos aceptar un porcentaje inmodificable, de diagnósticos falsos, aún con la más afinada clínica y los recursos más diversos del laboratorio