Sumario: | Todo el pensamiento de María Zambrano es una reflexión, en diferentes registros, de la "condición humana". Este trabajo comienza con la exposición de lo que la autora considera el "nacimiento" histórico de la persona hasta su plena manifestación del Cristianismo. Continúa con lo que podría ser considerado el núcleo de su metafísica de la persona. El hombre debe soñarse, debe anticipar el "argumento" de su vida que no tiene hecha. Por otra parte, todo hombre tiene un destino, que la autora denomina también "vocación", porque es una llamada que se recibe desde arriba y desde las circunstancias históricas. Si el hombre se dejara llevar por su "ensoñación" de su yo al margen de su destino, absolutizaría si sueño avasallando a sus semejantes; y el resultado sería la hostoria "sacrificial": sacrifica su propia persona y a sus seemejantes a un sueño absolutizado. Por el contrario, desde la aceptación del propio destino, que implica el sacrificio de negarse a una ensoñación autárquica, logra la auténtica libertad. De este modo ni se convierte en un personaje de "novelería", ni sustituye su propio rostro por una máscara que anula la transparencia a la que todo hombre no enajenado aspira.
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