Sumario: | Un motivo actual de preocu-pación filosófica es la patología del desencuentro. Avanza el dogma del predominio del interés de cada cual, y la relación con el otro queda fundada y absorbida en la estrategia de la ventaja propia. ¿Es que las visiones del mundo que se entrecruzan son inconmensurables? O, por el contrario, ¿podemos hablar de la buena nueva de que toda la humanidad comparte un lenguaje y una ontología comunes? Es posible que el error aparezca cuando la inconmensurabilidad de las visiones nos desliga de la pregunta de la validez, o cuando el ansia de la validez se transforma en una utopía de la transparencia racional que devora las diferencias. Estas reflexiones postulan la necesidad de asumir esa tensión entre identidad y diferencia desde un enfoque en el que verdad y finitud, verdad y tiempo, temas de milenaria medita-ción filosófica, incorporan el tema más reciente de la comunicación.
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