La empatía se conoce como el acto por el que accedemos a la mente ajena. Su estudio se ha vuelto trascendente a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX para comprender la dimensión intersubjetiva del hombre y explicar conductas del ser humano. Ciertas posiciones psicologistas, las llamadas teorías genéticas sobre la empatía, proponían una explicación naturalista del hombre. Frente a ello, surgió entre los fenomenólogos del momento la necesidad de un estudio de la esencia de dicho acto. Con esto buscaban dar fundamento a una descripción trascendente del hombre y sentar las bases que permitan un acceso objetivo al mundo mediante el intercambio racional. En este contexto Edith Stein, discípula de Husserl, escribe Sobre el problema de la empatía, cuyas implicaciones epistemológicas y antropológicas se analizan en este trabajo. En primer lugar, Stein señala la esencia y peculiaridad del acto de empatía, el cual resultará ser originario en la vivencia y no originario en su contenido, siendo su modo de darse el de la presentificación. La claridad alcanzada por Stein en su análisis permite corregir los errores en la concepción de empatía planteada por Theodore Lipps y Max Scheler. Esta forma de entender la empatía permite alcanzar la constitución de la persona espiritual, que se analizará en el segundo capítulo de este trabajo. En el tercer capítulo se propondrá una idea de hombre que resalta la corporalidad y la causalidad psicofísica, así como el mundo de los valores (con la intencionalidad afectiva) y la motivación. Así se logrará formar un entramado de sentido, un esquema de implicación para la constitución de la persona. Bajo esta concepción, la persona se trasciende a sí misma hacia la comunidad en la vida intersubjetiva.

Empathy is known as the act by which we access the mind of others. Its study has become relevant at the end of the 19th century and the beginning of the 20th century to understand the intersubjective dimension of man and to explain human behavior. In opposition to genetic theories of empathy, which propose a naturalistic explanation of human nature, phenomenologists respond with the need for an essential study of the act of empathy. With this, they seek to provide the foundations of a transcendent description of man and the basis for an objective access to the world through rational exchange. In this context Edith Stein, one of Husserl’s early students, writes On the problem of empathy, the epistemological and anthropological implications of which are analyzed in this work. In the first place, Stein points out the essence and peculiarity of the act of empathy, which will turn out to be originary in the experience and not originary in its content, occurring through presentification. The clarity achieved in her work allows to correct the errors in Theodor Lipps’ and Max Scheler’s conceptions of empathy. Stein’s concept of empathy enables the constitution of the spiritual person, which will be the second central theme of this work. It will conclude with an idea of man that highlights corporality and psychophysical causality, as well as the world of values (with affective intentionality) and motivation. In this last part we achieve a structure of meaning that provides a scheme of implication for the constitution of the person. Under this conception, the person transcends himself to the community through intersubjective life.