Introducción: Los trastornos de salud mental en la infancia constituyen un problema de salud pública. Factores prenatales y perinatales (inadecuada atención, exposición a tóxicos, enfermedad crónica y mental materna, baja escolaridad materna, pobre interacción madre-hijo, estrés familiar, prematuridad y bajo peso) están asociados a trastornos del desarrollo y a problemas de salud mental en los niños. La interacción de factores ambientales (pobreza, desempleo, exclusión social, violencia en sus distintas modalidades, adicciones, depresión y suicidio) aumenta aún más el riesgo. La ENDIS exploró aspectos socioeconómicos, de crianza, prácticas vinculadas a la salud y alimentación en niños, recogiendo información sobre la salud mental en la primera infancia. Objetivo: Generar conocimiento sobre los problemas de salud mental en los menores de 5 años a partir de las bases de datos ENDIS 2013 y 2018 y su asociación con factores de riesgo prenatales, perinatales y de la primera infancia. Metodología: Se analizó la base de datos ENDIS 2013 y 2018. Se identificaron trastornos emocionales y comportamentales a partir de los datos obtenidos mediante el instrumento Child Behavior Checklist (CBCL). Se exploraron asociaciones con variables prenatales, perinatales y de la primera infancia evaluados en dicha encuesta. Se complementó con el estudio de factores prenatales y perinatales del Sistema Informático Perinatal (SIP) correspondientes a dichas cohortes. Se realizó análisis crudos (test de t y ANOVA) y multivariadas con regresión lineal ajustado para factores de confusión. El análisis completo se repetió utilizando una clasificación dicotómica de los puntajes de CBCL, comparando grupos clínicos y no clínicos. Además se analizaron las tendencias de variables pre y perinatales entre los años 2013 y 2018 utilizando la base de datos ENDIS. Resultados: La cohorte de 2013 tuvo una mayor frecuencia de mujeres que vivían en casas más pequeñas (<4 habitaciones), más mujeres negras y con más años de escolaridad que la cohorte de 2018. grupo. Además, la cohorte de 2013 tuvo más frecuencia de mujeres de 35 años o más, mujeres que no querían estar embarazadas y más frecuencia de madres que fumaron e ingirieron alcohol durante el embarazo. No se observó diferencia entre las dos cohortes en cuanto al control prenatal materno, tipo de parto, paridad, parto múltiple y depresión durante el embarazo. La proporción de parto prematuro fue mayor en la cohorte de 2013 que en la cohorte de 2018; sin embargo, la frecuencia de lactancia materna exclusiva y asistencia escolar fue mayor en el estudio de 2018 que en el de 2013. No se observó diferencia en cuanto al sexo del niño, bajo peso al nacer y presencia del padre en el hogar. Se detectaron aumentos en la media de problemas totales de CBCL, tanto en los problemas internalizantes como en los externalizantes. También se identificaron aumentos en la media de las puntuaciones del síndrome de problemas de atención, retraimiento y reacción emocional. No hubo diferencias significativas en las puntuaciones de ansiedad/depresión, quejas somáticas, problemas de sueño y síndrome de comportamiento agresivo entre las dos cohortes. Se identificó que la puntuación total del CBCL está significativamente asociada con el ingreso familiar, el número de habitaciones en la casa, el color de la piel materna, la escolaridad y la edad, el control prenatal, el tipo de parto, el tabaquismo materno y la depresión durante el embarazo, y con la presencia del padre en el hogar. Los problemas internalizantes se asociaron con la asistencia escolar del niño, y los problemas externalizantes con la ingesta materna de alcohol durante el embarazo. Los niños prematuros, los que no vivían con su padre y los que no asistían a un centro educativo tenían puntajes más altos en al menos una escala CBCL. Se identificó que los cambios en los puntajes CBCL son independientes de la variación en las características de la muestra. Conclusiones: Este proyecto buscó contribuir a generar conocimiento sobre la prevalencia de problemas de salud mental en la primera infancia, identificando factores de riesgo críticos que permitan diseñar estrategias para su prevención y abordaje, y a la vez fortalecer las capacidades en el país para el estudio y análisis de cohortes.