El aborto legal ha sido una de las principales reivindicaciones de los movimientos feministas durante la tercera ola de la democracia en el mundo, en especial en América Latina. Este tema ha estado en el centro de las demandas sobre autonomía de las mujeres. Las restricciones en el acceso al aborto representan una inequidad relevante en términos de género-clase, pues las mujeres de los sectores socioeconómicos más vulnerables son quienes sufren las peores consecuencias sanitarias y legales tras practicarse abortos inseguros. Las leyes que permiten el aborto suelen ser difíciles de concretar dentro de la llamada “agenda feminista”. Debido a su naturaleza contra-cultural, enfrentan a grupos con intereses contrapuestos y muchas veces irreconciliables. Este proyecto analizó la política del aborto legal en América Latina, entendida como los procesos políticos que ocurren en el marco de instituciones específicas en los que interactúan actores políticos y sociales en dos momentos, la fase de la reforma y la etapa de la pos-reforma. Respecto al primer momento, la investigación especificó una teoría sobre los factores que impactan en la adopción de leyes sobre aborto legal, prestando particular atención a las conexiones entre movimientos feministas y partidos de izquierda. Esta etapa fue analizada a partir del estudio en profundidad de cuatro casos (Uruguay, Argentina, Bolivia y Chile) mediante trabajo de campo original, y en un caso sombra (México). Respecto al segundo momento, el proyecto describió las principales dificultades enfrentan las leyes de aborto en su implementación. A partir de los casos de Chile y Uruguay, los dos países de la región que llevan más tiempo implementando algún tipo de ley de aborto, la investigación muestra que una parte de las dificultades que enfrentan las mujeres para acceder a abortos legales proviene las decisiones que se tomaron en la reforma (sacrificios estratégicos y condiciones aceptables).