Efecto del origen genético y del nivel de ingesta de inmunoglobulina G sobre la transferencia de inmunidad pasiva, el crecimiento y la salud en terneros Holstein
Supervisor(es): Mendoza, Alejandro - Giannitti, Federico
Resumen:
La mortalidad parto-desleche en terneros lecheros en Uruguay es alta (15,2% en 2013-2014). Un calostrado que asegure que los terneros reciben suficiente Inmunoglobulina G (IgG) lo antes posible luego del nacimiento contribuye a disminuir la morbimortalidad. El objetivo del presente estudio fue evaluar el impacto del nivel de ingesta de IgG en sustituto de calostro en la transferencia de inmunidad pasiva (TIP), el crecimiento y la salud en terneros Holstein de origen genético (OG) norteamericano (HNA) y neozelandés (HNZ) desde el nacimiento hasta el día 56. Se realizó un diseño de cohorte prospectivo, con una cohorte de 40 terneros HNA y otra de 40 HNZ, que fueron asignados aleatoriamente a dosis de 3 (D3) o 6 (D6) g de IgG/Kg PV al nacer. Se determinaron las concentraciones séricas de IgG, proteínas totales (PT), % Brix y γ-glutamil transferasa (GGT) pre-calostrado y 24 h post-calostrado para evaluar la TIP. Semanalmente se determinó el consumo de materia seca (MS), proteína cruda (PC) y energía metabolizable (EM) del sustituto lácteo y concentrado, y se midió el peso al nacimiento, al día 28 y 56, y la altura a la cruz al día 28 y 56. Se registraron la cantidad de días con enfermedad y con tratamiento de sales rehidratantes y antibióticos. La D6 resultó en mayores concentraciones de IgG (12,1 vs 21,7 g/L; p<0,001), PT (5,7 vs 5,1 g/dL; p<0,001), GGT (2662 vs 1319 UI; p<0,001) y % Brix (8,6 vs 7,9; p<0,001), pero una menor eficiencia aparente de absorción (EAA) de IgG (31,7 vs 35,5%) respecto a D3. Independientemente de la dosis, los terneros HNZ presentaron una mayor concentración de IgG (17,9 vs 15,9 g/L; p=0,031) y mayor EAA (36 vs 31,5%; p=0,015) que los HNA, pero no hubo efecto del OG para PT, % Brix y GGT. La incidencia acumulada de falla en la TIP (FTIP) presentó una interacción dosis x OG (p=0,048), siendo dentro del grupo D3 mayor para terneros HNA (45%) respecto a HNZ (10%), mientras que entre los terneros D6 no hubo diferencias significativas. El consumo de MS, PC y EM del sustituto lácteo fue afectado por una interacción OG x semana, habiendo un menor consumo (p<0,01) en los terneros HNZ en las semanas 3-5 y 7-8. La eficiencia de conversión de la MS registró una interacción dosis por período (p=0,020), siendo el grupo D6 más eficiente que el D3 de 0 a 28 días de vida (1,9 vs 2,3 kg MS consumido/kg PV ganado). La dosis y el OG no tuvieron impacto sobre la ganancia diaria de peso o la tasa de morbilidad y mortalidad. Se concluye que el efecto positivo de la dosis sobre la TIP no tuvo efectos residuales marcados sobre el desempeño posterior de los terneros en la crianza. Los resultados sugieren que, en situaciones donde no se garantiza un buen calostrado, los terneros HNZ responden mejor a dosis más bajas de IgG que los HNA, los que deberían recibir por lo menos 6 g de IgG/kg PV al nacer para lograr una baja prevalencia de FTIP.
2023 | |
Agencia Nacional de Investigación e Innovación Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria |
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transferencia de inmunidad pasiva sustituto de calostro eficiencia de conversión Ciencias Agrícolas Ciencias Veterinarias |
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Español | |
Agencia Nacional de Investigación e Innovación | |
REDI | |
https://hdl.handle.net/20.500.12381/3481 | |
Acceso abierto | |
Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional. (CC BY-NC-ND) |
Sumario: | La mortalidad parto-desleche en terneros lecheros en Uruguay es alta (15,2% en 2013-2014). Un calostrado que asegure que los terneros reciben suficiente Inmunoglobulina G (IgG) lo antes posible luego del nacimiento contribuye a disminuir la morbimortalidad. El objetivo del presente estudio fue evaluar el impacto del nivel de ingesta de IgG en sustituto de calostro en la transferencia de inmunidad pasiva (TIP), el crecimiento y la salud en terneros Holstein de origen genético (OG) norteamericano (HNA) y neozelandés (HNZ) desde el nacimiento hasta el día 56. Se realizó un diseño de cohorte prospectivo, con una cohorte de 40 terneros HNA y otra de 40 HNZ, que fueron asignados aleatoriamente a dosis de 3 (D3) o 6 (D6) g de IgG/Kg PV al nacer. Se determinaron las concentraciones séricas de IgG, proteínas totales (PT), % Brix y γ-glutamil transferasa (GGT) pre-calostrado y 24 h post-calostrado para evaluar la TIP. Semanalmente se determinó el consumo de materia seca (MS), proteína cruda (PC) y energía metabolizable (EM) del sustituto lácteo y concentrado, y se midió el peso al nacimiento, al día 28 y 56, y la altura a la cruz al día 28 y 56. Se registraron la cantidad de días con enfermedad y con tratamiento de sales rehidratantes y antibióticos. La D6 resultó en mayores concentraciones de IgG (12,1 vs 21,7 g/L; p<0,001), PT (5,7 vs 5,1 g/dL; p<0,001), GGT (2662 vs 1319 UI; p<0,001) y % Brix (8,6 vs 7,9; p<0,001), pero una menor eficiencia aparente de absorción (EAA) de IgG (31,7 vs 35,5%) respecto a D3. Independientemente de la dosis, los terneros HNZ presentaron una mayor concentración de IgG (17,9 vs 15,9 g/L; p=0,031) y mayor EAA (36 vs 31,5%; p=0,015) que los HNA, pero no hubo efecto del OG para PT, % Brix y GGT. La incidencia acumulada de falla en la TIP (FTIP) presentó una interacción dosis x OG (p=0,048), siendo dentro del grupo D3 mayor para terneros HNA (45%) respecto a HNZ (10%), mientras que entre los terneros D6 no hubo diferencias significativas. El consumo de MS, PC y EM del sustituto lácteo fue afectado por una interacción OG x semana, habiendo un menor consumo (p<0,01) en los terneros HNZ en las semanas 3-5 y 7-8. La eficiencia de conversión de la MS registró una interacción dosis por período (p=0,020), siendo el grupo D6 más eficiente que el D3 de 0 a 28 días de vida (1,9 vs 2,3 kg MS consumido/kg PV ganado). La dosis y el OG no tuvieron impacto sobre la ganancia diaria de peso o la tasa de morbilidad y mortalidad. Se concluye que el efecto positivo de la dosis sobre la TIP no tuvo efectos residuales marcados sobre el desempeño posterior de los terneros en la crianza. Los resultados sugieren que, en situaciones donde no se garantiza un buen calostrado, los terneros HNZ responden mejor a dosis más bajas de IgG que los HNA, los que deberían recibir por lo menos 6 g de IgG/kg PV al nacer para lograr una baja prevalencia de FTIP. |
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