El objetivo del presente trabajo fue determinar cuáles son las características de un centro educativo para ser considerado como un escenario escolar innovador. Para tal fin, se aplicó una metodología cualitativa: entrevistas a directoras escolares y a miembros del colectivo docente, observaciones no participantes y análisis de documentos proporcionados por actores de las dos escuelas investigadas. Se concluyó, en lo que refiere a las prácticas educativas analizadas, que sólo una de las escuelas investigadas cambia los modos de enseñar y de aprender en forma deliberada, sistematizada y prolongada en el tiempo, superando de este modo problemas educativos previamente diagnosticados. Sobre las prácticas educativas innovadoras, uno de los principales hallazgos radica en el valor que ocupan los espacios de encuentro cara a cara en el proceso de innovación. En lo que refiere a los actores que participan en la elaboración e implementación de prácticas innovadoras, se constató que éstos lo hacen impulsados principalmente por su compromiso con la educación y con los niños, por un fuerte sentimiento de identidad con la escuela a la que pertenecen. Un tercer aspecto que se destacó y que caracteriza un escenario escolar innovador, radica en la forma de ejercer el liderazgo: en lo que refiere al proceso de innovación, cada actor es un líder.