Sumario: | Antes de abordar el tema, queremos poner el énfasis en la necesidad de entender que cuando estamos preocupados por la gestión, cuando deseamos actualizarla y mejorarla, cuando queremos innovar a través de ella, estamos iniciando un proceso que no se acaba en la incorporación de conocimientos, de técnicas, de un léxico determinado, de algunas acciones, en el marco de ciertos enfoques o concepciones acerca del centro educativo.Se trata de comprender nuestra acción en el marco de un paradigma diferente al que ha sido dominante hasta el momento. Paradigma que ha sido en el cual nos hemos educado, como escolares, y en los centros de formación docente. A nuestra historia profesional y personal está integrada una racionalidad, una lógica que se sustenta en nuestras vivencias y valores, en nuestras creencias y prioridades. Es preciso construir un referente que oriente nuestro pensamiento y nuestra acción, que promueva una gestión distinta: por ahí debiera ir nuestro mayor esfuerzo.Por eso es necesario situarnos en un nuevo paradigma, en una racionalidad, en una lógica distinta, que es preciso construir para cambiar realmente. Como ha expresado Aguerrondo, las acciones innovadoras son cambios realmente, cuando están orientadas e impactan en los aspectos estructurales. En este proceso de cambio, nuestro esfuerzo se orienta a modificar, en primer lugar, nuestro concepto de institución.
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