Los numerosos medios digitales de pago actualmente operativos en Uruguay están dirigidos a la población en general y segmentos particulares de ésta en un grado diferente. Por lo tanto, se espera que tengan un impacto distinto en el desarrollo local y global de la economía. Los flujos totales de dinero pueden aumentar mediante el uso de tarjetas, en particular aquellas que permiten diferentes pagos a lo largo de varios períodos de tiempo, mientras que casi todos los instrumentos y políticas descriptas generan aumentos en el número de transacciones dentro de la economía formal (desviándolo del sector informal). Muchos de ellos buscan mejorar las condiciones sociales y económicas de los hogares más pobres, promoviendo su inclusión financiera y la formalización de las pequeñas y medianas empresas. Dada la alta concentración de hogares pobres en áreas geográficas específicas y la creación de una red minorista específica relacionada a sistemas móviles, deberían también aumentar los flujos de dinero a nivel de la economía local. Es importante reconocer que la emisión de los medios digitales de pago suma poder adquisitivo directo al mercado, en particular aquellos basados en el crédito, y por lo tanto, además de aumentar el nivel general de la actividad económica también puede generar presiones inflacionarias significativas. [Basado en resumen del autor]