Sumario: | Cuando nos referimos a centros educativos, lo hacemos, a veces, destacando algunas de sus características; así, podemos decir que uno atiende especialmente la formación de la persona; este otro otorga status al que asiste a él; aquel es muy exigente a la hora de evaluar a sus alumnos y así podríamos continuar dando ejemplos de cómo se identifica una institución educativa en la comunidad. Al entrar por primera vez a un centro se reciben “mensajes” sutiles, a través de la percepción de actitudes, de ambientes percibidos, de expresiones, de presencias o de ausencias, que permiten captar un clima, una cultura, pautas, valores, prioridades institucionales. Esto tiene mucho que ver con el proyecto educativo, con el curriculum institucional, explicitado o no, pero también con el estilo de gestión. La gestión está hoy en la agenda de los Directivos de instituciones educativas, en el discurso de muchos, en la currícula de las instituciones de formación de recursos; en una palabra, está en la mira. La gestión se ha constituido en un tema central, sustantivo a la hora de pensar en el cambio orientado a mejorar los niveles de calidad. Esto ocurre en nuestro ámbito, con más énfasis en los últimos años.
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