Este informe presenta los resultados de la primera encuesta a autocultivadores de cannabis, realizada en Uruguay entre 2020 y 2021. Participaron 352 personas que cultivan o cultivaron cannabis en su hogar en los últimos 5 años. 77 % son hombres y 46 % reside en Montevideo. El promedio de edad es de 31 años. Los participantes tienen un nivel educativo alto (21 % tiene Educación Técnica y 17 % educación universitaria) y un nivel de ingresos medio. El 46.6 % comenzó a cultivar entre los 19 y 29 años. El 78 % estaba cultivando al momento de responder la encuesta. En promedio, tienen 6 plantas maduras por cultivo. Las semillas se obtienen principalmente de growshops y de sus propios cultivos. El 48 % cultiva combinando interior y exterior. Las principales motivaciones para cultivar son: conseguir un producto más saludable/orgánico, la gratificación de la experiencia de cultivo y obtener cannabis para uso individual (recreativo o medicinal). Un tercio de los participantes cultivan para proveerse a sí mismos o a otros con cannabis con fines medicinales. El 92 % declara haber usado cannabis en el último mes. En promedio, los encuestados consumieron cannabis 20 días en el último mes. Esta cifra es mayor entre los autocultivadores registrados en el IRCCA. En promedio, los autocultivadores cubren con su cultivo más del 70 % de su consumo. El resto es obtenido principalmente a través de amigos/familiares o de vías legales (clubes de cannabis y farmacias). Si bien, la mayor cantidad del cannabis cultivado es para consumo personal, también reportan regalar y almacenar parte de su cultivo. Sólo el 16 % destina sobrantes a la venta. En promedio, los autocultivadores comparten su cannabis con 6 personas, principalmente amigos o familiares. El 82 % de los encuestados apoya la regulación de cannabis en Uruguay. El acceso exclusivo para adultos es la característica de la regulación mejor valorada. En contraste, la selección de una única vía de acceso es la regla que recibe más desaprobación. Entre los entrevistados, la mayoría de los participantes están registrados en el IRCCA. La protección de sus cultivos es el principal motivo para registrarse. En general, evalúan positivamente su experiencia con el registro. Entre quienes no se registraron, la principal razón para no registrarse es estar en contra de este requisito. Respecto a los efectos de la pandemia por COVID-19, más de la mitad declaró que no afectó ni la cantidad de cannabis cultivada y ni consumida.