Sumario: | En un almuerzo familiar de sábado, Alan Kind, ingeniero en computación interesado en aplicaciones web, y Martin Larre, abogado con experiencia en la venta de productos editoriales infantiles, conversaban sobre la problemática aún no resuelta en torno al vínculo de los niños e Internet. Notaron que los padres querían usar la red de la mejor manera, pero que esa intención era relegada por el miedo que le tenían. Entonces, con esos dos pilares como objetivos, la de maximizar la experiencia del medio y la de experimentarlo con seguridad, surgió la idea de crear una solución que diera respuesta a esas dos necesidades. Es así que, además de cuñados, estos profesionales se convirtieron en socios fundadores de Kidbox.
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