Sumario: | A la Isla de Lobos fui como camarógrafo, en un documental de otro realizador, y mientras filmábamos las secuencias era inevitable que yo fuera sacando algunas fotos, ya sea de los animales, del rodaje o del entorno de la isla. Sacaba fotos más bien centradas en los lobos y sus conductas, mezcladas con otras que buscaban más lo estético, la composición, una cierta luz. Son dos fases que conviven en mí: el fotógrafo de fauna y el fotógrafo plástico. En algunas fotos, esos dos fotógrafos se mezclan; en otras, trabajan en forma más independiente.
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