Sumario: | La política cultural no admite criterios perdurables, destinos prefijados ni objetivos precisos. Esencialmente dependiente de la dinámica social, es cambiante y relativa, a la vez que abarca todas las acciones humanas. Todo es cultura, pero tal amplitud es también riesgosa. El trabajo se pregunta por la especificidad de la administración de la cultura, aquella donde no hay relatividad posible, e identifica tres campos, relacionados respectivamente con el pasado, el presente y el futuro de una población determinada. En la segunda parte, el autor repasa una serie de acciones realizadas por la Dirección de Cultura del MEC con las direcciones o secretarías de cultura de las intendencias departamentales. Finalmente, se refiere al fenómeno de la integración transnacional y discute algunos conceptos relativos a la globalización, las particularidades locales y las identidades culturales.
|