La biomasa lignocelulósica es una materia prima altamente disponible y de bajo costo que puede convertirse en biocombustibles y productos químicos dentro del concepto de una biorrefinería. Debido a su naturaleza recalcitrante, debe descomponerse eficientemente para alterar la estructura de la biomasa antes de la hidrólisis, con el fin de permitir que las enzimas accedan a la celulosa. La explosión de vapor es una de las técnicas más exitosas y ampliamente utilizadas para el pretratamiento de esta biomasa. Se estudió la producción de azúcares fermentables a partir de residuos de madera de pino mediante un pretratamiento de explosión por vapor y sacarificación enzimática. El equipo de explosión utilizado fue un reactor continuo con una capacidad de procesamiento de 10 kg/h y una presión de trabajo máxima de 15 bar. La materia prima utilizada fue una mezcla de aserrín y virutas de una aserradero de pino. La condición de pretratamiento óptima se determinó en función de la eficiencia de hidrólisis del sólido pretratado, utilizando un contenido de sólidos del 2% y enzima Cellic Ctec2 (25 FPU/g glucano), después de 72 horas.