Las pieles ovinas se caracterizan por su alto contenido en materias grasas naturales así como por la distribución heterogénea de la misma. Como consecuencia resulta indispensable incorporar al proceso de industrialización, una operación de desengrase destinada a eliminar parcialmente y redistribuir estas grasas que influyen negativamente en la calidad final de cuero. Este trabajo compara desde un punto de vista práctico los métodos de desengrase más corrientes evaluando su eficiencia y su efecto sobre el cuero teñido. El desegrasado en seco luego del curtido, asegura teñidos más uniformes con ventajas operativas y de prevención de la contaminación ambiental. Sin embargo las propiedades físico-mecánicas de los cueros tratados se ven afectadas negativamente. El desengrase en piquelado con solventes orgánicos no posee un efecto tan marcado sobre las propiedades mecánicas, pero resulta poco eficaz en el caso de pieles muy grasas.