Caracterizacióne identificaciónde bacteriasantárticas productorasde ácidos grasospoliinsaturadosde tipo omega-3

BIANCHI, ANA CLARA - OLAZÁBAL, LAURA - TORRE, ALEJANDRA - LOPERENA, LYLIAM

Resumen:

Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) son lípidos con un rol esencial en la salud humana y animal. Numerosas investigaciones avalan sus efectos benéficos, siendo los más importantes los de tipo omega 3 (ácido eicosapentaenoico, EPA, y docosahexaenoico, DHA) y omega 6 (ácido linoleico). Dichos ácidos no pueden ser sintetizados por los animales superiores, siendo en la actualidad las fuentes principales los peces y el krill antártico. Encontrar fuentes alternativas para la obtención de AGPI significaría disminuir la extracción de estos recursos marinos gravemente amenazados por su sobre explotación. Estudios desarrollados en bacterias psicrófilas de origen marino provenientes de la Antártida han demostrado que una alta proporción de sus ácidos grasos son poliinsaturados y que poseen la propiedad de síntesis de EPA y/o DHA como estrategia de adaptación a las condiciones extremas de dicho ecosistema.


Detalles Bibliográficos
2012
ÁCIDOS GRASOS
BACTERIAS
Español
Laboratorio Tecnológico del Uruguay
Catálogo digital del LATU
https://catalogo.latu.org.uy/opac_css/index.php?lvl=notice_display&id=32107
Acceso abierto
CC BY-NC-ND
Resumen:
Sumario:Los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) son lípidos con un rol esencial en la salud humana y animal. Numerosas investigaciones avalan sus efectos benéficos, siendo los más importantes los de tipo omega 3 (ácido eicosapentaenoico, EPA, y docosahexaenoico, DHA) y omega 6 (ácido linoleico). Dichos ácidos no pueden ser sintetizados por los animales superiores, siendo en la actualidad las fuentes principales los peces y el krill antártico. Encontrar fuentes alternativas para la obtención de AGPI significaría disminuir la extracción de estos recursos marinos gravemente amenazados por su sobre explotación. Estudios desarrollados en bacterias psicrófilas de origen marino provenientes de la Antártida han demostrado que una alta proporción de sus ácidos grasos son poliinsaturados y que poseen la propiedad de síntesis de EPA y/o DHA como estrategia de adaptación a las condiciones extremas de dicho ecosistema.