LATU se ha transformado en los últimos años, en agente de cambio, tanto para empresas privadas grandes y Mipymes, como para organizaciones públicas. Los servicios emplean diferentes herramientas que se focalizan en el involucramiento y la participación activa de los integrantes de las organizaciones y para que sean eficaces es necesario que todos los consultores realicen los aportes para el logro del éxito conjunto. Debido a los diferentes tipos de empresas con los que se trabaja, se incluye numerosos especialitas, por ende es necesario la contratación de personal con esas habilidades y competencias. El LATU pasó de visualizar a éstos de proveedores externos a integrantes del equipo. Originalmente se los evaluaba como proveedores de un servicio crítico. Actualmente son colaboradores plenos, sin que el tipo de proyecto sea lo que define la relación. Se ha afiliado a la visión de Davenport y se considera a todos como propietarios e inversores de capital humano. El esfuerzo y desafío que se ha consolidado, es contratar a las personas adecuadas, generar el clima de máxima inversión de éstas, constituir el capital humano a través de un aprendizaje, finalmente retenerlo mediante el compromiso y el involucramiento de quienes dirigen el servicio de la consultoría.