Sanidad de semillas de trigo y cebada: eslabón clave en el manejo de enfermedades.

GONZÁLEZ, S.N. - ROSSI, C. - PEREYRA, S.

Resumen:

Resumen: Se aproxima la siembra de los cultivos de invierno y es un buen momento para recordar la importancia del uso de semillas sanas o con mínima carga de patógenos. Antes de la cosecha, diversos patógenos pueden infectar las semillas de trigo y cebada y permanecen junto a su huésped hasta la próxima siembra, cuando comenzarán un nuevo ciclo de infección (Cuadro 1). Con la germinación de las semillas, el crecimiento del patógeno se reinicia, coloniza los tejidos de la plántula en desarrollo, se reproduce y finalmente se dispersa. El éxito del proceso de transmisión del patógeno de semilla a plántula depende de que ocurran condiciones de temperatura y humedad del ambiente favorables para la infección. La mancha borrosa del trigo y de la cebada causada por B. sorokiniana necesita una temperatura de 24 a 28ºC para transmitirse de semilla a plántula, por lo cual, en chacras, es poco frecuente observar infecciones tempranas que provengan de semilla. En cambio, D. teres f teres, causal de mancha en red tipo red en la cebada y D. tritici-repentis causal de la mancha amarilla en trigo, pueden infectar las primeras hojas en crecimiento con temperaturas bajas, del orden de 15 a 25ºC y 19 a 22ºC, respectivamente. No obstante esto, hay factores de manejo que evitan y/o reducen las chances de que este evento ocurra, tales como: • Sembrar semillas sanas de buena germinación y vigor. • Utilizar cultivares de buen comportamiento sanitario. • Evitar manejos que estresen a la plántula (ej. fertilización inadecuada, siembras profundas).


Detalles Bibliográficos
2019
VIGOR DE LA SEMILLA
FUSARIUM GRAMINEARUM
ENFERMEDADES DE LAS PLANTAS
CULTIVOS DE INVIERNO
GERMINACION
CEBADA
TRIGO
Español
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria
AINFO
http://www.ainfo.inia.uy/consulta/busca?b=pc&id=59698&biblioteca=vazio&busca=59698&qFacets=59698
Acceso abierto
Resumen:
Sumario:Resumen: Se aproxima la siembra de los cultivos de invierno y es un buen momento para recordar la importancia del uso de semillas sanas o con mínima carga de patógenos. Antes de la cosecha, diversos patógenos pueden infectar las semillas de trigo y cebada y permanecen junto a su huésped hasta la próxima siembra, cuando comenzarán un nuevo ciclo de infección (Cuadro 1). Con la germinación de las semillas, el crecimiento del patógeno se reinicia, coloniza los tejidos de la plántula en desarrollo, se reproduce y finalmente se dispersa. El éxito del proceso de transmisión del patógeno de semilla a plántula depende de que ocurran condiciones de temperatura y humedad del ambiente favorables para la infección. La mancha borrosa del trigo y de la cebada causada por B. sorokiniana necesita una temperatura de 24 a 28ºC para transmitirse de semilla a plántula, por lo cual, en chacras, es poco frecuente observar infecciones tempranas que provengan de semilla. En cambio, D. teres f teres, causal de mancha en red tipo red en la cebada y D. tritici-repentis causal de la mancha amarilla en trigo, pueden infectar las primeras hojas en crecimiento con temperaturas bajas, del orden de 15 a 25ºC y 19 a 22ºC, respectivamente. No obstante esto, hay factores de manejo que evitan y/o reducen las chances de que este evento ocurra, tales como: • Sembrar semillas sanas de buena germinación y vigor. • Utilizar cultivares de buen comportamiento sanitario. • Evitar manejos que estresen a la plántula (ej. fertilización inadecuada, siembras profundas).