Sistemas silvopastoriles en Uruguay: un sistema productivo que no se adopta con sólo promocionarlo.
Resumen:
Uruguay se caracteriza por ser un país agropecuario con una fuerte tradición ganadera. En su geografía predominan pasturas del bioma pampa sobre penillarunas onduladas que en una combinación de tradición y ambiente, hace que el país contabilice casi 20 millones de cabezas de ganado sobre casi 13 millones de hectáreas de uso.Desde inicios de los años 90 a causa de la ley 15.939 que declara de interés nacional los recursos forestales e incentiva el desarrollo de la economía forestal, se produjo un significativo aumento de la superficie plantada con especies de rápido crecimiento.Hoy esta superficie constituye un millón de hectáreas representando el género Eucalyptus poco más del 70%.Si bien la agricultura es parte del uso del suelo agrícola, incluso desde lo histórico, este rubro experimentó en los últimos años cambios importantes debido al cultivo de la soja, del trigo y del sorgo sumando a la fecha un área global de casi dos millones de hectáreas.Gran parte de la actividad ganadera y la actividad forestal se encuentran en regiones comunes del territorio uruguayo (praderas arenosas), como lo son por ejemplo el norte y el sureste con suelos profundos y bien drenados procedentes de material geológico de areniscas. Es en estas zonas donde existe un primer avance de la actividad silvopastoril principalmente en la modalidad de pastoreo de montes. La irregularidad del terreno limita a un 60 a 70% la ocupación del suelo de un predio para ser forestado, lo que deja un espacio atractivo para aportar a la producción ganadera tanto por parte del productor ganadero como por partedel productor forestal. Este último con una oportunidad en el incremento de los ingresos de la mano de la revaloración del recurso pasto.Es en definitiva la forestación la que abre el camino a combinar su rubro con la ganadería para luego generar la inquietud por parte del productor agropecuario a incorporar la forestación en sus predios. En la primera situación se llega a casos de un aumento y mejora del espacio suelo a favor de la pastura y en la segunda situación, más allá de tener montes convencionales, se identifican los primeros casos con arreglos espaciales novedosos para el entorno rural.Las definiciones de sistemas silvopastoriles o agroforestales son variadas a la vez que coinciden en sus aspectos más simples.Por un lado sus componentes (animal, pastoril, forestal, agricultural) y por otro lado la maximización en el aprovechamiento del sitio (suelo, radiación solar, agua, topografía). No amerita discutir más sobre esto, pero si es clave tenerlo siempre en cuenta como una malla por la cual hacer pasar los distintos contextos productivos en pos de identificar oportunidades viables desde lo biológico-productivo primero, para luego buscar argumentos de viabilidad económica incluidos mecanismos de incentivo. Es así que hoy en Uruguay desde distintos entornos técnico-científicos se trabaja en dos líneas: a) el estudio de iniciativas innovadorasde productores que básicamente incorporan la forestación dentro de sus realidades y riesgos empresariales; b) el estudio de nuevos diseños o arreglos prediales para aproximar una evaluación de viabilidad económica y formular las investigaciones que cubran huecos de conocimiento específicos a éstos.La visión de INIA en la materia no cela por una receta, sino por un método que alimente la oferta tecnológica, que nutra de argumentos a políticas públicas determinadas y que capitalice experiencias prácticas.
2015 | |
ACTIVIDAD GANADERA MAXIMIZACIÓN DEL APROVECHAMIENTO RECURSOS FORESTALES SISTEMAS SILVOPASTORILES URUGUAY |
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Español | |
Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria | |
AINFO | |
http://www.ainfo.inia.uy/consulta/busca?b=pc&id=52642&biblioteca=vazio&busca=52642&qFacets=52642 | |
Acceso abierto |
Sumario: | Uruguay se caracteriza por ser un país agropecuario con una fuerte tradición ganadera. En su geografía predominan pasturas del bioma pampa sobre penillarunas onduladas que en una combinación de tradición y ambiente, hace que el país contabilice casi 20 millones de cabezas de ganado sobre casi 13 millones de hectáreas de uso.Desde inicios de los años 90 a causa de la ley 15.939 que declara de interés nacional los recursos forestales e incentiva el desarrollo de la economía forestal, se produjo un significativo aumento de la superficie plantada con especies de rápido crecimiento.Hoy esta superficie constituye un millón de hectáreas representando el género Eucalyptus poco más del 70%.Si bien la agricultura es parte del uso del suelo agrícola, incluso desde lo histórico, este rubro experimentó en los últimos años cambios importantes debido al cultivo de la soja, del trigo y del sorgo sumando a la fecha un área global de casi dos millones de hectáreas.Gran parte de la actividad ganadera y la actividad forestal se encuentran en regiones comunes del territorio uruguayo (praderas arenosas), como lo son por ejemplo el norte y el sureste con suelos profundos y bien drenados procedentes de material geológico de areniscas. Es en estas zonas donde existe un primer avance de la actividad silvopastoril principalmente en la modalidad de pastoreo de montes. La irregularidad del terreno limita a un 60 a 70% la ocupación del suelo de un predio para ser forestado, lo que deja un espacio atractivo para aportar a la producción ganadera tanto por parte del productor ganadero como por partedel productor forestal. Este último con una oportunidad en el incremento de los ingresos de la mano de la revaloración del recurso pasto.Es en definitiva la forestación la que abre el camino a combinar su rubro con la ganadería para luego generar la inquietud por parte del productor agropecuario a incorporar la forestación en sus predios. En la primera situación se llega a casos de un aumento y mejora del espacio suelo a favor de la pastura y en la segunda situación, más allá de tener montes convencionales, se identifican los primeros casos con arreglos espaciales novedosos para el entorno rural.Las definiciones de sistemas silvopastoriles o agroforestales son variadas a la vez que coinciden en sus aspectos más simples.Por un lado sus componentes (animal, pastoril, forestal, agricultural) y por otro lado la maximización en el aprovechamiento del sitio (suelo, radiación solar, agua, topografía). No amerita discutir más sobre esto, pero si es clave tenerlo siempre en cuenta como una malla por la cual hacer pasar los distintos contextos productivos en pos de identificar oportunidades viables desde lo biológico-productivo primero, para luego buscar argumentos de viabilidad económica incluidos mecanismos de incentivo. Es así que hoy en Uruguay desde distintos entornos técnico-científicos se trabaja en dos líneas: a) el estudio de iniciativas innovadorasde productores que básicamente incorporan la forestación dentro de sus realidades y riesgos empresariales; b) el estudio de nuevos diseños o arreglos prediales para aproximar una evaluación de viabilidad económica y formular las investigaciones que cubran huecos de conocimiento específicos a éstos.La visión de INIA en la materia no cela por una receta, sino por un método que alimente la oferta tecnológica, que nutra de argumentos a políticas públicas determinadas y que capitalice experiencias prácticas. |
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