Reivindicando el derecho a la ciudad: de la carta mundial por el derecho a la ciudad a la nueva agenda urbana

Vallejo, Valeria

Supervisor(es): Barindelli, Natalia

Resumen:

La presente monografía tiene como objetivo contribuir a la discusión de la reivindicación del derecho a la ciudad. Para ello se realiza en primera instancia una revisión bibliográfica acerca del derecho a la ciudad postulado por Lefebvre y de escritos más contemporáneos que lo retoman, trabajando en su vigencia y aplicación en la actualidad y estableciendo coincidencias y alejamientos con algunas de sus ideas. Posteriormente se recuperan los postulados de la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad y de la Nueva Agenda Urbana, para luego desarrollar un análisis comparativo de las conceptualizaciones del derecho a la ciudad presente en ambos documentos, estableciendo algunas categorías de análisis que conforman las bases de dicho derecho entre las que se encuentran la función social de la ciudad y del espacio público, la producción social del hábitat, la economía solidaria y la participación ciudadana. De dicho análisis se concluye que mientras en la Carta se promueve al derecho a la ciudad como el horizonte hacia donde trabajar y dirigir políticas, programas y proyectos urbanos, en la Nueva Agenda apenas se lo menciona sustituyéndolo por el término “ciudad para todos”.Por su parte, en lo referido a la economía solidaria se concluye que la misma es promovida en la Carta, mientras que en la Nueva Agenda se habla de economía inclusiva pero se fomenta una economía competitiva que lejos está de la solidaridad del sector privado. Más aún, sobre la función social de la ciudad y del espacio público se concluye que mientras que para la Carta ésta representa uno de sus principios fundamentales, promoviendo la predominancia del valor de uso de la ciudad, sus espacios, bienes y servicios y la concepción de estos como bienes comunes, en la Nueva Agenda solo se hace referencia a la función social de la tierra y no postula la ciudad como un bien común, predominando el valor de cambio. A su vez ambos documentos plantean su compromiso con respecto a la producción social del hábitat y al impedimento de los desalojos forzosos arbitrarios. Y por último, en cuanto a la a la participación en ambos documentos se hace mención de la participación pública pero a diferencia de la Carta, en la Nueva Agenda no se hace referencia directa a una participación en la toma real de decisiones ni en la elaboración de políticas públicas. Se concluye a su vez, la importancia de recuperar y reivindicar el derecho a la ciudad postulado por Lefebvre, en el cual el sujeto es el componente principal de la ciudad que el mismo debe construir, recuperando su valor de uso.


Detalles Bibliográficos
2018
Derecho a la ciudad
Espacio público
Nueva agenda urbana
Carta mundial para el derecho a la ciudad
Español
Universidad de la República
COLIBRI
https://hdl.handle.net/20.500.12008/23647
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Derivadas (CC - By-NC-ND 4.0)
Resumen:
Sumario:La presente monografía tiene como objetivo contribuir a la discusión de la reivindicación del derecho a la ciudad. Para ello se realiza en primera instancia una revisión bibliográfica acerca del derecho a la ciudad postulado por Lefebvre y de escritos más contemporáneos que lo retoman, trabajando en su vigencia y aplicación en la actualidad y estableciendo coincidencias y alejamientos con algunas de sus ideas. Posteriormente se recuperan los postulados de la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad y de la Nueva Agenda Urbana, para luego desarrollar un análisis comparativo de las conceptualizaciones del derecho a la ciudad presente en ambos documentos, estableciendo algunas categorías de análisis que conforman las bases de dicho derecho entre las que se encuentran la función social de la ciudad y del espacio público, la producción social del hábitat, la economía solidaria y la participación ciudadana. De dicho análisis se concluye que mientras en la Carta se promueve al derecho a la ciudad como el horizonte hacia donde trabajar y dirigir políticas, programas y proyectos urbanos, en la Nueva Agenda apenas se lo menciona sustituyéndolo por el término “ciudad para todos”.Por su parte, en lo referido a la economía solidaria se concluye que la misma es promovida en la Carta, mientras que en la Nueva Agenda se habla de economía inclusiva pero se fomenta una economía competitiva que lejos está de la solidaridad del sector privado. Más aún, sobre la función social de la ciudad y del espacio público se concluye que mientras que para la Carta ésta representa uno de sus principios fundamentales, promoviendo la predominancia del valor de uso de la ciudad, sus espacios, bienes y servicios y la concepción de estos como bienes comunes, en la Nueva Agenda solo se hace referencia a la función social de la tierra y no postula la ciudad como un bien común, predominando el valor de cambio. A su vez ambos documentos plantean su compromiso con respecto a la producción social del hábitat y al impedimento de los desalojos forzosos arbitrarios. Y por último, en cuanto a la a la participación en ambos documentos se hace mención de la participación pública pero a diferencia de la Carta, en la Nueva Agenda no se hace referencia directa a una participación en la toma real de decisiones ni en la elaboración de políticas públicas. Se concluye a su vez, la importancia de recuperar y reivindicar el derecho a la ciudad postulado por Lefebvre, en el cual el sujeto es el componente principal de la ciudad que el mismo debe construir, recuperando su valor de uso.