El estudio de caso Odebrecht se enmarca en una investigación realizada por Carlos Petrella y Carlos Tessore durante los años 2018 y 2019, en lo que respecta a la relación de los riesgos organizacionales y las valoraciones éticas de los agentes. Se analiza en esta instancia el caso Odebrecht que es un conglomerado empresarial de origen brasilero que trabaja en el rubro construcciones e infraestructura entre otros sectores de actividad, fundamentalmente en América Latina. Se describe la capacidad de Odebrecht de hacer propuestas de construcciones e infraestructura fue ganando espacios primero en negocios en Brasil y luego, extendiéndose en el resto de América Latina. El problema resultó como algo derivado de las prácticas delictivas de la Empresa, que entregaba a los funcionarios de varios países millones de dólares a cambio de obtener contratos de obras públicas y beneficiarse del pago por su realización. Existen casos en que grupos de empresarios y políticos coordinan sus acciones para beneficiarse en una situación puntual. Con esto decimos que un empresario y un político se enriquecen acordando circunstancialmente prácticas corruptas. Hay también otros casos en que grupos de empresarios y políticos coordinan sus acciones para beneficiarse de manera reiterada y persistente. Esto requiere montar un sistema para poder aplicar prácticas corruptas sobre contratos del Estado. En el último contexto más allá de los intereses individuales de empresarios y políticos son las instituciones como los partidos políticos y las corporaciones las que desarrollan estas prácticas. Uno de los temas que se repite a lo largo de Latinoamérica es que el financiamiento de los partidos políticos no está definido claramente, se requieren muchos fondos para financiar las campañas políticas, cada vez más. Frente a la creciente necesidad de fondos para ganar elecciones o mantener cuotas de poder políticos, existe desde luego la posibilidad de recurrir a fuentes de financiamientos espurias. Para generar financiamiento de lo que se dispone es del poder sobre los bienes públicos, de los contratos de inversión y se utiliza estos para obtener recursos de los proveedores pagándoles a estos sobreprecios por los trabajos. Hoy se estima que las pérdidas por corrupción son el 4,6% del PBI mundial o sea casi USD 3,6 T. Los problemas se detectan en todos los continentes en donde ha echado más raíces es en los países en desarrollo. Afecta tanto al sector público como privado.Las pérdidas a que se hace referencia en el párrafo previo son las directas. Usualmente no se estiman las pérdidas indirectas, que pueden abarcar aspectos intangibles que también son relevantes, no solo socialmente, sino económicamente. Nos referimos por ejemplo a las pérdidas reputacionales ocasionadas por la caída en la credibilidad en las instituciones públicas y privadas que son si la pudiéramos valorar también muy relevantes. Odebrecht, junto con sus cómplices, proporcionó de manera corrupta pagos para el beneficio de funcionarios, políticos y partidos políticos con el objetivo de obtener y retener negocios en varios países del mundo. Se ha puesto en evidencia la mayor trama de corrupción en la región lo que ha golpeado a personas públicas y privadas, sindicadas, acusadas o condenadas por sobornos, lo que ha generado un golpe al bolsillo de los ciudadanos y a la democracia como modelo. Se exponen las formas de proceder ilegales de Odebrecht que han impactado sobre la propia empresa, que debido a las exigencias del Departamento de Justicia de los EE. UU., ha debido aceptar condiciones muy fuertes. Los requerimientos a Odebrecht incluían replantear la forma en que se controlan sus operaciones y pagar una de las multas más grandes de la historia, como consecuencia de sus prácticas corruptivas. Se describe la forma en cómo se vinculan ciertos agentes de la Empresa y sus colaterales y algunas figuras políticas de varios países Latino Americanos, para desarrollar prácticas delictivas con el objetivo de obtener negocios. Lo primero que ha sido importante reconocer es que algo funcionó mal en la propia organización del grupo Odebrecht, que desarrolló un complejo sistema para obtener contratos que pasó por encima de todas las reglas básicas de buen gobierno. Lo cierto es que las malas prácticas de Gobierno Corporativo afectan desde luego a las empresas pero también impactan sobre el desarrollo económico de las regiones donde los contratos son llevados adelante. Está claro además que los estados debieron implantar formas de gobierno corporativo de las empresas, que por lo menos dificultaran el desarrollo de las prácticas ilegales que desarrollaban determinadas empresas como las del grupo Odebrecht. Se plantea finalmente que es necesario analizar nuevamente los roles y responsabilidades de los agentes involucrados y generar aportes para desarrollar propuestas de mejora de los controles de las corporaciones.