La investigación estudia las trayectorias educativas en la Educación Media Superior entre los jóvenes evaluados por la prueba PISA de décimo grado en el año 2006, desde una perspectiva de gestión social del riesgo educativo como componente del bienestar social; explicando la ocurrencia de un conjunto de eventos académicos que revisten un carácter de riesgo en las trayectorias (en tanto debilitan un vínculo social y pedagógico que posibilita los aprendizajes), y sus posibles efectos sobre los logros educativos (cuyo indicador es la acreditación de la Educación Media Superior). La base empírica consiste en una muestra panel relevada en el año 2011 sobre una submuestra de 351 estudiantes evaluados por la muestra de décimo grado de la prueba PISA en el año 2006. La misma es representativa del universo de jóvenes de Montevideo y Maldonado que en 2006 se encontraban escolarizados en primer año de bachilleratos. El principal hallazgo de la investigación consiste en la ausencia de una relación lineal entre la exposición al riesgo educativo y los logros como acreditación de la escolarización obligatoria. Esta conclusión sugiere una heterogeneidad de los grupos de jóvenes que presentan condiciones de exposición al riesgo; así como la privatización de la gestión de sus efectos negativos mediante la asignación de los costos a la acción de las familias.