En búsqueda del equilibrio perdido : la adaptación del sistema de partidos uruguayo (1999-2014)

Acuña Bianchi, Santiago

Supervisor(es): Buquet, Daniel

Resumen:

Los sistemas de partidos institucionalizados son aquellos en los que sus componentes logran mantener vínculos estrechos con la sociedad a lo largo del tiempo. En tanto representan, canalizan y organizan los intereses de la ciudadanía, los partidos políticos son organizaciones relevantes para la democracia. La estabilidad en los sistemas de partidos dota de mayor legitimidad y representatividad al régimen democrático. Los partidos políticos del sistema se interrelacionan entre sí y con el contexto en el que están inmersos. En coyunturas desafiantes algunos sistemas de partidos entran en crisis y sufren cambios abruptos. Otros sistemas de partidos son capaces de reproducir sus niveles de institucionalización gracias a mecanismos adaptativos que permiten procesar las amenazas y aggiornarse a nuevos escenarios sin grandes traumas. Cuando los cambios en el sistema se producen de forma gradual, a través de la incorporación de nuevos intereses sin que desaparezcan abruptamente partidos establecidos, el sistema recupera el equilibrio perdido. En Uruguay, el crecimiento electoral del Frente Amplio y la pérdida gradual de apoyo de los partidos tradicionales generaba un desequilibrio con respecto a un sistema electoral que tendía hacia el bipartidismo. En las elecciones de 1994, bajo las antiguas reglas, el pluripartidismo se afianzó definitivamente. Los partidos políticos reaccionaron y diseñaron una reforma electoral que contempló los intereses de los viejos y nuevos partidos. Los partidos y sus agentes vienen adaptándose al nuevo sistema electoral. La reforma electoral adaptó las reglas a una nueva realidad política en el país ya que flexibilizó los efectos concentradores del sistema electoral anterior. Además, la reforma mantuvo aquellos aspectos del sistema electoral que habilitan la competencia intrapartidaria que, junto a los altos niveles de identificación partidaria desincentivan las rupturas partidarias. De esta forma, reforma electoral y enraizamiento de los partidos en la sociedad permiten que el sistema haya recobrado la estabilidad incorporando gradualmente a los partidos más nuevos sin crisis abruptas de los partidos tradicionales.


Detalles Bibliográficos
2019
Sistemas Electorales
Partidos Políticos
Español
Universidad de la República
COLIBRI
https://hdl.handle.net/20.500.12008/21794
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0)
Resumen:
Sumario:Los sistemas de partidos institucionalizados son aquellos en los que sus componentes logran mantener vínculos estrechos con la sociedad a lo largo del tiempo. En tanto representan, canalizan y organizan los intereses de la ciudadanía, los partidos políticos son organizaciones relevantes para la democracia. La estabilidad en los sistemas de partidos dota de mayor legitimidad y representatividad al régimen democrático. Los partidos políticos del sistema se interrelacionan entre sí y con el contexto en el que están inmersos. En coyunturas desafiantes algunos sistemas de partidos entran en crisis y sufren cambios abruptos. Otros sistemas de partidos son capaces de reproducir sus niveles de institucionalización gracias a mecanismos adaptativos que permiten procesar las amenazas y aggiornarse a nuevos escenarios sin grandes traumas. Cuando los cambios en el sistema se producen de forma gradual, a través de la incorporación de nuevos intereses sin que desaparezcan abruptamente partidos establecidos, el sistema recupera el equilibrio perdido. En Uruguay, el crecimiento electoral del Frente Amplio y la pérdida gradual de apoyo de los partidos tradicionales generaba un desequilibrio con respecto a un sistema electoral que tendía hacia el bipartidismo. En las elecciones de 1994, bajo las antiguas reglas, el pluripartidismo se afianzó definitivamente. Los partidos políticos reaccionaron y diseñaron una reforma electoral que contempló los intereses de los viejos y nuevos partidos. Los partidos y sus agentes vienen adaptándose al nuevo sistema electoral. La reforma electoral adaptó las reglas a una nueva realidad política en el país ya que flexibilizó los efectos concentradores del sistema electoral anterior. Además, la reforma mantuvo aquellos aspectos del sistema electoral que habilitan la competencia intrapartidaria que, junto a los altos niveles de identificación partidaria desincentivan las rupturas partidarias. De esta forma, reforma electoral y enraizamiento de los partidos en la sociedad permiten que el sistema haya recobrado la estabilidad incorporando gradualmente a los partidos más nuevos sin crisis abruptas de los partidos tradicionales.