Con el objetivo de comprobar la toxicidad de Baccharis coridifolia (mío-mío) post floración se realizó un experimento usando 5 terneros Holando. Cuatro de ellos recibieron una dosis oral única de la planta fresca (hojas y tallos) a razón de 0.25, 1.5, 2 y 2.5 g/Kg PV, actuando el quinto como testigo. El animal que recibió 0.25 g/Kg no mostró síntomas, mientras que los bovinos que recibieron 1.5 y 2 g/Kg, presentaron aislamiento, anorexia, diarrea sanguinolenta, temblores musculares y decúbito esternal, 9 horas post administración, síntomas que desaparecieron a las 48 horas. Finalmente el animal que recibió 2,5 g/kg PV a las 10 horas luego de la ingestión manifestó anorexia, aislamiento, poca diarrea, sialorrea, decúbito más prolongado variando entre esternal y lateral, muriendo a las 50 horas post intoxicación. Las principales alteraciones macroscópicas se observaron a nivel del aparato digestivo, consistiendo en hemorragias petequiales, edema y congestión difusa de la mucosa de los preestómagos, abomaso e intestinos. El examen histopatológico del retículo-rumen reveló un cuadro de necrosis coagulativa del epitelio escamoso estratificado, degeneración balonosa, con separación del estrato córneo e infiltración inflamatoria aguda. Los signos clínicos, hallazgos de la necropsia e histopatología coincidieron con los encontrados en los animales afectados espontáneamente siendo las dosis tóxica y letal mayores a la reportada por la literatura.