En la última década, la actividad forestal en Uruguay ha crecido de forma exponencial, destacándose la industria de la celulosa —consecuencia en gran parte de los incentivos de la Ley Forestal de 1987—; sin embargo, la cadena de madera sólida no logró desarrollarse de la misma manera; es por ello que el gobierno pretendió con la Reforma Tributaria del año 2007 darle un incentivo para lograrlo. Nuestra intención es estudiar si existió una expansión de dicho sector, evaluando el crecimiento de las plantaciones de proyectos de madera de calidad y el aumento de valor agregado a nivel nacional del mismo. En el primer capítulo se presenta un esbozo de las principales características del sector forestal en su conjunto, como ser sus fases, superficie forestada, empresas más importantes y la evolución de las exportaciones. En el segundo capítulo se desarrollan los beneficios fiscales del sector forestal en Uruguay. Se realiza un análisis de los principales beneficios impositivos haciendo énfasis en los cambios introducidos a partir de la vigencia de la Ley Nº 18.083; nos enfocamos en particular en los beneficios a los proyectos de madera de calidad que se otorgaron a través del impuesto a la renta y la contribución inmobiliaria rural. En el capítulo tres, se expone un análisis de la investigación llevada a cabo, con respecto a si mediante los incentivos tributarios se produjo un crecimiento de las plantaciones comprendidas en los proyectos de madera de calidad definidos por el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca y si existió también un incremento a nivel nacional del valor agregado. En el capítulo final se presentan las conclusiones del trabajo, las cuales muestran que los incentivos tributarios no provocaron un crecimiento considerable de las plantaciones de proyectos de madera de calidad ni un gran aumento del valor agregado a nivel nacional.