Estudio epidemiológico de un foco de coenurosis ovina en un establecimiento del departamento de Artigas
Supervisor(es): Valledor, María Soledad - Castro, Oscar
Resumen:
El presente estudio de caso se desarrolló en el establecimiento “La Rinconada” del departamento de Artigas el cual presentaba registros históricos de casos de coenurosis ovina. El objetivo de nuestro estudio fue analizar cada factor de la pirámide epidemiológica (agente, hospederos, medio ambiente y manejo) de esta enfermedad parasitaria en dicho establecimiento. De 1943 ovinos de raza Merino australiano presentes en el predio entre el 29 de Agosto de 2015 y el 28 de Abril del 2016, se registraron cuatro animales de diferentes categorías con sintomatología nerviosa. El comportamiento de dichos animales fue estudiado y registrado en fotos y videos. Posteriormente a la necropsia se realizó la apertura de los cráneos en la sala de Anatomía de Facultad de Veterinaria de Montevideo, determinándose la ubicación precisa de las vesículas. La posterior confirmación del diagnóstico específico se realizó mediante PCR a dos vesículas correspondientes a dos animales elegidas al azar. También se realizaron estudios complementarios como la necropsia de un zorro y análisis coprológico de un cánido del establecimiento. Entre los comportamientos llamativos de los animales se observó que se aislaban de la majada, algunos se movían en círculos, también se presentó incoordinación, caídas, depresión del sensorio, disminución del apetito, llevando a un mal estado general del animal. Durante la necropsia en todos los casos se recuperó un coenuro de cada encéfalo, localizándose siempre en el lóbulo frontal. En uno solo de los animales (el más jóven, borrega de dos dientes) se observó reblandecimiento y perforación del cráneo. Los coenuros se observaron como vesículas transparentes de 2 a 7cm, con los protoescólices o fijados a la pared o bien libres en el fluido. Las dos vesículas examinadas mediante PCR concordaron en 100% y 99,8%, respectivamente, con secuencias publicadas de la especie T.multiceps. Una muestra de materia fecal de un cánido del establecimiento resultó negativa para huevos de la familia Taeniidae y también resultó negativo para cestodes de esta familia la necropsia de un zorro de campo (Lycalopex gymnocercus) hallado muerto en las proximidades del establecimiento. Dada la ausencia de registro de T. multiceps en zorros en la literatura parasitológica de nuestro país y que el perro sí ha sido encontrado con este cestodo, sumado a una falla en la dosificación de los perros del establecimiento con Praziquantel, se puede suponer que los perros podrían ser el hospedero definitivo en este caso. Ello se vería confirmado porque después de normalizadas las dosificaciones se dejaron de ver casos de coenurosis. Dadas las fechas en que se registraron los síntomas clínicos y el tamaño de las vesículas, la época de infección de los animales probablemente correspondió a los meses cálidos. En manejos rutinarios del establecimiento, el potrero de parición se encuentra en una zona baja que también puede favorecer la sobrevivencia y acumulación de los huevos. Las condiciones epidemiológicas particulares de este establecimiento sumado a fallas en el manejo explican la existencia de casos de coenurosis.
2019 | |
OVINOS PARASITOSIS TAENIA MULTICEPS URUGUAY |
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Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
https://hdl.handle.net/20.500.12008/25168 | |
Acceso abierto | |
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Sumario: | El presente estudio de caso se desarrolló en el establecimiento “La Rinconada” del departamento de Artigas el cual presentaba registros históricos de casos de coenurosis ovina. El objetivo de nuestro estudio fue analizar cada factor de la pirámide epidemiológica (agente, hospederos, medio ambiente y manejo) de esta enfermedad parasitaria en dicho establecimiento. De 1943 ovinos de raza Merino australiano presentes en el predio entre el 29 de Agosto de 2015 y el 28 de Abril del 2016, se registraron cuatro animales de diferentes categorías con sintomatología nerviosa. El comportamiento de dichos animales fue estudiado y registrado en fotos y videos. Posteriormente a la necropsia se realizó la apertura de los cráneos en la sala de Anatomía de Facultad de Veterinaria de Montevideo, determinándose la ubicación precisa de las vesículas. La posterior confirmación del diagnóstico específico se realizó mediante PCR a dos vesículas correspondientes a dos animales elegidas al azar. También se realizaron estudios complementarios como la necropsia de un zorro y análisis coprológico de un cánido del establecimiento. Entre los comportamientos llamativos de los animales se observó que se aislaban de la majada, algunos se movían en círculos, también se presentó incoordinación, caídas, depresión del sensorio, disminución del apetito, llevando a un mal estado general del animal. Durante la necropsia en todos los casos se recuperó un coenuro de cada encéfalo, localizándose siempre en el lóbulo frontal. En uno solo de los animales (el más jóven, borrega de dos dientes) se observó reblandecimiento y perforación del cráneo. Los coenuros se observaron como vesículas transparentes de 2 a 7cm, con los protoescólices o fijados a la pared o bien libres en el fluido. Las dos vesículas examinadas mediante PCR concordaron en 100% y 99,8%, respectivamente, con secuencias publicadas de la especie T.multiceps. Una muestra de materia fecal de un cánido del establecimiento resultó negativa para huevos de la familia Taeniidae y también resultó negativo para cestodes de esta familia la necropsia de un zorro de campo (Lycalopex gymnocercus) hallado muerto en las proximidades del establecimiento. Dada la ausencia de registro de T. multiceps en zorros en la literatura parasitológica de nuestro país y que el perro sí ha sido encontrado con este cestodo, sumado a una falla en la dosificación de los perros del establecimiento con Praziquantel, se puede suponer que los perros podrían ser el hospedero definitivo en este caso. Ello se vería confirmado porque después de normalizadas las dosificaciones se dejaron de ver casos de coenurosis. Dadas las fechas en que se registraron los síntomas clínicos y el tamaño de las vesículas, la época de infección de los animales probablemente correspondió a los meses cálidos. En manejos rutinarios del establecimiento, el potrero de parición se encuentra en una zona baja que también puede favorecer la sobrevivencia y acumulación de los huevos. Las condiciones epidemiológicas particulares de este establecimiento sumado a fallas en el manejo explican la existencia de casos de coenurosis. |
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