El cuestionamiento de si el uso de inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o antagonistas de los receptores tipo 1 de angiotensina II (ARAII) podría tener algún rol en la evolución de la infección por SARS-CoV-2, surge de una comunicación en la revista The Lancet.1 Considerando que el principal mecanismo de entrada a la célula alveolar de SARS-CoV es a través de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ECA2), en esta comunicación se especula que podría existir una sobre-expresión de estos receptores por el bloqueo crónico ocasionado por IECA/ARA II. Por esta razón, los autores postulan que en dichos pacientes, el virus tendría mayor facilidad para ingresar a la célula y en consecuencia, este escenario empeoraría el pronóstico de esta infección. A este planteo se suman los informes iniciales de China e Italia, en los cuales se evidencia que ciertas comorbilidades, entre ellas la hipertensión arterial, pueden estar asociadas con un mayor riesgo de mortalidad en sujetos hospitalizados por Coronavirus disease 2019 (COVID-19).2–8