La presente investigación propone una mirada reflexiva sobre el vínculo que mantienen los jóvenes de contextos vulnerables con la Educación Media Básica. El universo de análisis son los jóvenes que concurren a los programas PAC, CECAP y FPB–C y a través de ellos, se busca indagar acerca del funcionamiento de la educación media básica. La fuente de información con base en un diseño metodológico combinado, se compone de 64 entrevistas y encuestas a los jóvenes de los centros educativos escogidos del área metropolitana de Montevideo. Los resultados encontrados señalan que la decisión de volver a estudiar y asistir a clases encuentra sentido en la promesa de ascenso social. La valoración abstracta de la educación se articula bajo la noción de respeto, la cual está estrechamente ligada a la independencia y autonomía personal que sobrevendrían gracias a las credenciales educativas. El ser respetados y respetables a través de la asistencia a la EMB y la obtención de un bienestar económico por medio del acceso al mercado laboral, son elementos fundadores y motivadores del vínculo con la enseñanza media básica. Al mismo tiempo, se encuentra un escaso sentido de la experiencia escolar concreta sustentada en la dificultad para efectuar conexiones, vínculos y nexos entre la experiencia escolar y otros aspectos de la vida cotidiana. La dimensión temporal se torna clave para comprender la relación pedagógica. El vínculo establecido entre la educación media básica y un futuro promisorio, muestra una gratificación diferida que como máximo posee tres años. Estos parecen ser los años de espera en el que se pretende invertir un sacrificio presente con la certeza de obtención de recompensa por un futuro más auspicioso