Este estudio cualitativo busca conocer las experiencias de maternidad de las mujeres-madres usuarias de pasta base de cocaína (PBC) que se encuentran en tratamiento de rehabilitación en el Hospital de la Mujer del Centro Hospitalario Pereira Rossell (CHPR) y en el Centro de Referencia Nacional de la Red Drogas- Portal Amarillo. El enfoque teórico-metodológico está basado en la Teoría Fundamentada, con un enfoque contructivista. Se realizaron entrevistas en profundidad a mujeres que han sido madres recientemente o con hijos de hasta dos años y que presentaran un consumo problemático de PBC. A través de las mismas se buscó conocer las perspectivas subjetivas de las mujeres en cuestión, en relación a una parte de sus vidas –la maternidad y la construcción del vínculo con sus hijos-. El material recogido en las entrevistas fue complementado con las notas de campo donde se registraron las participaciones en los grupos terapéuticos a los que concurrían las mujeres entrevistadas en el CHPR y Portal Amarillo, los encuentros con los equipos de salud de dichos servicios, y las observaciones de las diferentes situaciones de interacción de las mujeres y sus hijos/as. Las notas de campo también recogieron el análisis de la implicación de la investigadora, considerado un componente metodológico fundamental. Las principales conclusiones del estudio muestran que el inicio del consumo de drogas se produce en la adolescencia, fuera del ámbito familiar y en relación al grupo de pares. En sus comienzos no es visualizado como un problema por las mujeres del estudio, no obstante, se constata la presencia de factores que predisponen al desarrollo de un consumo problemático en el futuro. El mismo se produce con la experimentación con PBC, generando un progresivo deterioro en diversos planos de la vida de las mujeres. Los resultados del estudio muestran que la estigmatización social que sufren las mujeres por su condición de adictas produce procesos discriminatorios, afectando el desarrollo de la maternidad y la construcción del vínculo con sus hijos. Además señalan que las prácticas de control ejercidas por las instituciones jurídicas y sanitarias con el fin de proteger la salud de niños y niñas, acentúan la estigmatización de las mujeres y limitan sus posibilidades para desarrollar la maternidad. No obstante, observamos que las redes de sostén social (familiar y/o institucional) actúan como factores protectores ante posibles recaídas en el consumo y estimulan la función del maternaje, apoyando a las mujeres en el proceso de crianza de sus hijos.