Distemper canino : seguimiento desde la presentación clínica hasta sus hallazgos histopatológicos e inmunohistoquímicos
Supervisor(es): Verdes, José Manuel - Calliari, Aldo - Yamasaki, Kanji
Resumen:
El virus del Distemper canino causa una enfermedad de gran letalidad en un amplio espectro de huéspedes, incluyendo animales que pertenecen al orden Carnívora, y debido a la existencia de un gran número de hospederos susceptibles, la inmunización a través de la vacunación sistemática es la única medida profiláctica eficaz para su control, aunque igualmente se han producido brotes ocasionales de la enfermedad en animales vacunados. La infección puede provocar una variedad de presentaciones clínicas, afectando los sistemas respiratorio, gastrointestinal, tegumentario y nervioso. Siendo la manifestación neurológica más común la encefalomielitis y sus signos clínicos pueden ser variados, debido al daño que el virus provoca tanto en la sustancia blanca como en la gris del sistema nervioso. En este trabajo, se identificó neurodegeneración en caninos infectados naturalmente, tanto en animales vacunados como en no vacunados, evaluando presencia, intensidad y distribución de las lesiones causadas por el virus en cerebro y cerebelo, estudiando la asociación estadística entre dichas lesiones y los signos neurológicos de estos animales. Se usaron 39 animales enfermos de Distemper canino, 17 de ellos estaban vacunados, sus edades oscilaron entre 2 meses y 10 años, a los que se les realizó un seguimiento clínico durante 3 meses obteniendo un registro de la evolución de sus signos clínicos. Durante ese período, 7 animales murieron espontáneamente y 12 fueron sometidos a eutanasia. A todos ellos se les realizó la autopsia, tomando muestras de cerebro, cerebelo, tronco encefálico y pulmón para estudios histopatológicos e inmunohistoquímicos. Los signos neurológicos observados con mayor frecuencia fueron mioclonias, signos medulares, encefalitis y convulsiones. El 95% de los animales no vacunados presentaron mioclonias. Además, todos tuvieron algún signo sistémico de la infección, en forma simultánea o previamente a la aparición de los signos neurológicos. Los animales infectados sobrevivientes fueron el 51%, con un mayor tiempo de sobrevida en los vacunados y los mayores de 6 meses. Con respecto a las lesiones histopatológicas, el hallazgo constante fue la desmielinización. Además se observó gliosis, leptomeningitis, manguitos perivasculares, necrosis y cuerpos de inclusión, siendo estos hallazgos más severos en el cerebelo. Además, usando la inmunohistoquímica contra el virus de Distemper canino, se co-localizó la presencia del virus en aquellas regiones con los mencionados daños histopatológicos, principalmente en astrocitos. La única diferencia histopatológica entre vacunados y no vacunados, fue la presencia de zonas de hemorragia perivascular en los no vacunados. El estudio estadístico no encontró asociaciones entre signos neurológicos y los hallazgos histopatológicos. Aunque se pudieron identificar dos de las rutas de ingreso del virus al sistema nervioso, a través de la diseminación hematógena directa, así como a través del fluido cerebroespinal. Paralelamente a este trabajo, y a partir de la secuenciación genética de las cepas virales del moquillo canino en dos de los animales vacunados, se confirmaron dos cepas de campo sudamericanas (Kiki y Uy251), ambas del linaje Europa-1 / Sudamérica. 1, que no están incluidas en las vacunas comerciales disponibles en Uruguay. Finalmente, en base a nuestros resultados y dada la alta tasa de prevalencia de animales con Distemper canino en el país, la enfermedad siempre debería incluirse dentro del diagnóstico diferencial en perros con enfermedad neurológica, incluso en aquellos animales vacunados.
2020 | |
PERROS PEQUEÑOS ANIMALES PARAMYXOVIRIDAE MORBILLIVIRUS VIROSIS |
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Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
https://hdl.handle.net/20.500.12008/34642 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución - No Comercial - Sin Derivadas (CC - By-NC-ND 4.0) |
Sumario: | El virus del Distemper canino causa una enfermedad de gran letalidad en un amplio espectro de huéspedes, incluyendo animales que pertenecen al orden Carnívora, y debido a la existencia de un gran número de hospederos susceptibles, la inmunización a través de la vacunación sistemática es la única medida profiláctica eficaz para su control, aunque igualmente se han producido brotes ocasionales de la enfermedad en animales vacunados. La infección puede provocar una variedad de presentaciones clínicas, afectando los sistemas respiratorio, gastrointestinal, tegumentario y nervioso. Siendo la manifestación neurológica más común la encefalomielitis y sus signos clínicos pueden ser variados, debido al daño que el virus provoca tanto en la sustancia blanca como en la gris del sistema nervioso. En este trabajo, se identificó neurodegeneración en caninos infectados naturalmente, tanto en animales vacunados como en no vacunados, evaluando presencia, intensidad y distribución de las lesiones causadas por el virus en cerebro y cerebelo, estudiando la asociación estadística entre dichas lesiones y los signos neurológicos de estos animales. Se usaron 39 animales enfermos de Distemper canino, 17 de ellos estaban vacunados, sus edades oscilaron entre 2 meses y 10 años, a los que se les realizó un seguimiento clínico durante 3 meses obteniendo un registro de la evolución de sus signos clínicos. Durante ese período, 7 animales murieron espontáneamente y 12 fueron sometidos a eutanasia. A todos ellos se les realizó la autopsia, tomando muestras de cerebro, cerebelo, tronco encefálico y pulmón para estudios histopatológicos e inmunohistoquímicos. Los signos neurológicos observados con mayor frecuencia fueron mioclonias, signos medulares, encefalitis y convulsiones. El 95% de los animales no vacunados presentaron mioclonias. Además, todos tuvieron algún signo sistémico de la infección, en forma simultánea o previamente a la aparición de los signos neurológicos. Los animales infectados sobrevivientes fueron el 51%, con un mayor tiempo de sobrevida en los vacunados y los mayores de 6 meses. Con respecto a las lesiones histopatológicas, el hallazgo constante fue la desmielinización. Además se observó gliosis, leptomeningitis, manguitos perivasculares, necrosis y cuerpos de inclusión, siendo estos hallazgos más severos en el cerebelo. Además, usando la inmunohistoquímica contra el virus de Distemper canino, se co-localizó la presencia del virus en aquellas regiones con los mencionados daños histopatológicos, principalmente en astrocitos. La única diferencia histopatológica entre vacunados y no vacunados, fue la presencia de zonas de hemorragia perivascular en los no vacunados. El estudio estadístico no encontró asociaciones entre signos neurológicos y los hallazgos histopatológicos. Aunque se pudieron identificar dos de las rutas de ingreso del virus al sistema nervioso, a través de la diseminación hematógena directa, así como a través del fluido cerebroespinal. Paralelamente a este trabajo, y a partir de la secuenciación genética de las cepas virales del moquillo canino en dos de los animales vacunados, se confirmaron dos cepas de campo sudamericanas (Kiki y Uy251), ambas del linaje Europa-1 / Sudamérica. 1, que no están incluidas en las vacunas comerciales disponibles en Uruguay. Finalmente, en base a nuestros resultados y dada la alta tasa de prevalencia de animales con Distemper canino en el país, la enfermedad siempre debería incluirse dentro del diagnóstico diferencial en perros con enfermedad neurológica, incluso en aquellos animales vacunados. |
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