La Convención sobre los Derechos del Niño (CDN) indica, a través de una serie de conceptos y normativas, los derechos que han de gozar los Niños, Niñas y Adolescentes. En la infancia, la salvaguarda de estos derechos requiere un abordaje sistémico, dadas las características de esta población. Cada artículo de la CDN presenta una serie de variables que pueden ser operacionalizadas para medir el cumplimiento de estos derechos. Su correcta medición requiere contar con indicadores que contemplen las acciones de todos los garantes y la opinión de los Niños/as. La finalidad de este trabajo es conocer y analizar desde una perspectiva sistémica el alcance y el carácter exhaustivo de los indicadores utilizados para medir los derechos de infancia. Esta aproximación y análisis se realizará en el marco de los enunciados vertidos en la CDN y las Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño. A tal fin se realizó un análisis del alcance, exhaustividad e impacto de diversos indicadores para la evaluación de los derechos infancia, empleados tanto por organismos públicos como privados de distintos países de Latino América. Estas fuentes arrojaron un total de 638 indicadores, que fueron sistematizados y analizados según categorías a priori. Buscamos poner el tema a la luz de la discusión desde un enfoque ecológico sistémico y de derechos. Como adelanto de las conclusiones, se puede afirmar que existe un amplio repertorio de indicadores correspondientes a distintas topologías sobre diversas temáticas vinculadas a derechos de infancia. Aun así, se observa una escasa participación de la infancia, tanto en la etapa de construcción de los instrumentos como en su aplicación. Este perfil que presentan los indicadores dejan entrever que aún nos encontramos en un proceso de transición en la visibilización de la infancia como sujetos políticos con potencialidad de agencia. Los indicadores son una herramienta para medir derechos, la CDN es una de las diversas fuentes y bases conceptual de esos indicadores y las políticas públicas son la respuesta ante los valores que toman esos indicadores. Esta relación conceptual es fundamental comprenderla debido a que los indicadores cuantifican las respuestas de todos los actores relacionados con el cumplimiento de los derechos. Estos datos se convierten en demandas que encuentran respuestas en políticas públicas diseñadas a partir de una relación causal, teoría de cambio e identificación de actores, de forma que su evaluación indique el impacto de su implementación sobre las demandas delineadas en los datos. Este es un proceso en espiral que va evolucionando o no, según el grado de adecuación de las políticas a las realidades que dibujan las matrices de datos configurada por la medición de los indicadores.