Nuevas izquierdas, nuevo modelo de desarrollo, y descentralización política-territorial en América Latina: Bolivia y Uruguay vistos desde el paradigma de la gobernanza

Sánchez Díaz, Iván Mauricio

Supervisor(es): Andrioli, María Alejandra

Resumen:

Este trabajo analiza la descentralización política en América Latina, en un contexto de ascenso de las izquierdas a los gobiernos nacionales e implementación de un nuevo modelo de desarrollo. Dicho modelo pretende un Estado determinante en lo económico y social; una sociedad activa respecto a potencialidades y derechos; y un enraizamiento reciproco entre ambos. La descentralización política es clave para el nuevo modelo. Para analizar los alcances de la descentralización política utilizamos el paradigma de la gobernanza, que enfatiza en la cooperación Estado-sociedad para lograr el cambio social de mayor bienestar, y la descentralización es necesaria para el enraizamiento reciproco. Nuestra hipótesis es que en países de Estados débiles y sociedades fuertes, la descentralización es impulsada por la sociedad civil y significa verdadera distribución del poder. En países de Estados fuertes y sociedades débiles, la descentralización es impulsada desde el Estado y no significa distribuciones del poder. Analizamos los casos de Bolivia y Uruguay, representativos de la regionalización latinoamericana, y aspectos de la teoría de la gobernanza. Bolivia país andino, de modernización tardía, sociedad fuerte y un Estado débil, hoy gobernado por una izquierda refundacionista. Los cambios sociales nunca se dieron sin violencia, y en la mayoría de ellos la tensión centralización-descentralización estuvo presente en referencia al control de recursos. Uruguay país del Cono Sur, de modernización temprana, de Estado fuerte y sociedad civil débil, donde los cambios sociales no se dieron muy apartados de lo electoral, y la tensión centralización-descentralización nunca fue relevante. Hoy es gobernado por una izquierda continuista. En Bolivia la descentralización política fue parte álgida en la aprobación de la nueva Constitución. La nueva Constitución no puede entenderse apartada de la cuestión indígena, abolió los cantones y creó las autonomías indígenas, cuya expresión más extrema es la auto-administración de justicia. En Uruguay la descentralización política se inscribe en la misma Constitución, no alteró el esquema jurisdiccional, lo novedoso es la creación de Municipios que sustituyen gradualmente las Juntas Locales, y la principal diferencia con aquellas es el carácter electivo de las autoridades, pero igual que aquellas no trasciende el carácter de descentralización administrativa


Detalles Bibliográficos
2017
DESARROLLO
DESCENTRALIZACION
GOBIERNO
IZQUIERDA
Español
Universidad de la República
COLIBRI
http://hdl.handle.net/20.500.12008/17017
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0)
Resumen:
Sumario:Este trabajo analiza la descentralización política en América Latina, en un contexto de ascenso de las izquierdas a los gobiernos nacionales e implementación de un nuevo modelo de desarrollo. Dicho modelo pretende un Estado determinante en lo económico y social; una sociedad activa respecto a potencialidades y derechos; y un enraizamiento reciproco entre ambos. La descentralización política es clave para el nuevo modelo. Para analizar los alcances de la descentralización política utilizamos el paradigma de la gobernanza, que enfatiza en la cooperación Estado-sociedad para lograr el cambio social de mayor bienestar, y la descentralización es necesaria para el enraizamiento reciproco. Nuestra hipótesis es que en países de Estados débiles y sociedades fuertes, la descentralización es impulsada por la sociedad civil y significa verdadera distribución del poder. En países de Estados fuertes y sociedades débiles, la descentralización es impulsada desde el Estado y no significa distribuciones del poder. Analizamos los casos de Bolivia y Uruguay, representativos de la regionalización latinoamericana, y aspectos de la teoría de la gobernanza. Bolivia país andino, de modernización tardía, sociedad fuerte y un Estado débil, hoy gobernado por una izquierda refundacionista. Los cambios sociales nunca se dieron sin violencia, y en la mayoría de ellos la tensión centralización-descentralización estuvo presente en referencia al control de recursos. Uruguay país del Cono Sur, de modernización temprana, de Estado fuerte y sociedad civil débil, donde los cambios sociales no se dieron muy apartados de lo electoral, y la tensión centralización-descentralización nunca fue relevante. Hoy es gobernado por una izquierda continuista. En Bolivia la descentralización política fue parte álgida en la aprobación de la nueva Constitución. La nueva Constitución no puede entenderse apartada de la cuestión indígena, abolió los cantones y creó las autonomías indígenas, cuya expresión más extrema es la auto-administración de justicia. En Uruguay la descentralización política se inscribe en la misma Constitución, no alteró el esquema jurisdiccional, lo novedoso es la creación de Municipios que sustituyen gradualmente las Juntas Locales, y la principal diferencia con aquellas es el carácter electivo de las autoridades, pero igual que aquellas no trasciende el carácter de descentralización administrativa