Rinorrea en caninos

Ocampo Debrace, Agustín - Posada, Pablo Marcelo

Resumen:

Los síntomas clínicos de la rinorrea son inespecíficos, y deben ser interpretados comenzando con un examen general, cuya finalidad será determinar si la dolencia asienta localmente o sistémicamente, así como su naturaleza y etiología. Aspecto a considerar a la hora de realizar la anamnesis será interrogar acerca de otros animales presentes en la casa con similar sintomatología, lo que marcará una pauta a seguir, acerca de la transmisibilidad. En el transcurso del examen y ya enfocados en un examen particular del aparato respiratorio, éste deberá realizarse de forma ordenada por las clásicas pautas de la semiología. Donde principalmente se deberá observar si hay alguna dificultad respiratoria así como el tipo de respiración, y si se presentan corrimientos y las características de éste. Las cusas de rinorrea son múltiples, comenzando con las infecciosas y dentro de ellas las víricas predisponentes a infecciones sobreagregadas tipo bacterianas; fúngicas con microorganismos comúnmente hallados en el suelo e incluso como residentes normales en la flora de la mucosa nasal; rinitis parasitarias con helmintos o artrópodos afectando el tracto respiratorio anterior o posterior; y por último de las infecciosas las bacterianas, entre ellas la Bordetella bronchiseptica que forma parte del complejo respiratorio canino, llamado traqueobronquitis infecciosa, que por lo general comienza con una infección viral primaria. La rinitis bacteriana, como rinopatía primaria es inusual, pero una complicación secundaria muy frecuente de casi cualquier proceso de la cavidad nasal que lleve a la hipermultiplicación de los residentes normales. La mayoría de estos animales exhibe rinorrea mucopurulenta.


Como causas de tipo inflamatoria se hallan las alérgicas caracterizadas por secreción nasal y estornudos, generalmente responden a caracteres estacionales de los alérgenos. Otro tipo muy inusual es la rinitis linfoplasmocítica, por demás inusual, siendo aeroalérgenos inhalados los que juegan un rol primario en el desarrollo de esta enfermedad. Entre las causas físicas encontramos cuerpos extraños tales como pastos que causan malestar y descarga habitualmente unilateral de características mucopurulentas. El trauma es otra causa física que produce un sangrado masivo y se debe buscar signos de shock y estabilizar al paciente así como ligar los vasos lacerados que producen hemorragias. La incidencia de neoplasias nasales y paranasales es baja y la edad de aparición ronda los 10 años, siendo más frecuente en machos que en hembras. Estos presentan la dificultad anatómica y terapéutica dada su localización. Como síntomas más característicos, se ve la deformación facial, epifora, secreción nasal mucopurulenta e incluso hemorrágica, disnea, ruidos respiratorios y también otros síntomas generales como anorexia y pérdida de peso. Como procedimientos terapéuticos cabe destacar la cirugía, la laserterapia, radioterapia y quimioterapia. La mayoría de estas neoplasias son malignas y la extirpación completa es poco probable. Generalmente el tratamiento es paliativo y no curativo debido a que es diagnosticado tardíamente cuando la sintomatología ya se ha hecho evidente. Sin embargo los mejores resultados se obtienen en terapias combinadas. Lesiones periapicales dentarias, causadas por enfermedad de la pulpa producida una vez que el diente se abrió y expuso a entorno oral. La mayoría evoluciona a un absceso, que puede extenderse a tejidos adyacentes entre ellos la cavidad nasal mediante fistulas.


Las deformidades anatómicas más frecuentes, son la estenosis nasofaríngea congénita o adquirida evidenciándose por sonidos estertores respiratorios y en algunos casos secreción nasal. Otra alteración anatómica, es el paladar hendido o palatosquisis, por un trastorno en el desarrollo embrionario, que puede afectar componentes duros, blandos o ambos. Las razas braquicefálicas se ven más afectadas, siendo en todos un factor hereditario en primera instancia. Ante episodios traumáticos, alteraciones hemostáticas sistémicas, intoxicación warfarínica, vasculitis, cuerpos extraños e incluso infecciones micóticas o neoplasias; pueden llegar a producir rinorragia, que se clasifican según de donde provenga el sangrado, en anterior y posterior.


Detalles Bibliográficos
2013
ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
PERROS
Español
Universidad de la República
COLIBRI
http://hdl.handle.net/20.500.12008/2771
Acceso abierto
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0)

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