El objetivo de este proyecto es estudiar la viabilidad de la implantación de una planta de producción de sílice amorfa y carbón activado a partir de la ceniza de cáscara de arroz, logrando generar así un valor agregado a partir del uso de un residuo agroindustrial. La sílice amorfa es un producto altamente utilizado en la industria, principalmente del plástico y la goma. El mercado de los mayores importadores mundiales movilizó 590 kton anuales equivalentes a 1.064 millones de USD en 2016. A nivel nacional es comprada por empresas dedicadas al rubro del plástico y por distribuidoras. A nivel internacional tiene gran uso en la industria de los neumáticos Por otro lado, el carbón activado se conoce por su uso en medicina, para combatir intoxicaciones y en un producto que hoy en día se encuentra en auge, como son los filtros para agua. En 2016 los mayores importadores compraron 370 kton, que se corresponden con 770 millones de USD. A nivel nacional, el principal consumidor es OSE, que lo utiliza para la potabilización del agua. En el presente, la empresa Galofer quema la cáscara de arroz de las principales arroceras uruguayas para la generación de energía eléctrica y vapor, produciendo de esta forma ceniza que no es biodegradable y actualmente se dispone en una cantera. Uruguay es uno de los principales productores de arroz, y eso se traduce en que se cuenta con una materia prima que existe en abundancia y que tiene muy bajo costo, y que hace que el presente proyecto se trate de una gran contribución al cuidado del medio ambiente, proporcionando una opción alternativa para la disposición del residuo, y una solución logística, pues con el paso del tiempo aumenta la problemática de la localización de la disposición de residuos.