La comprensión del adulto mayor obliga al profesional a situarse en modelos explicativos que, aparte del modelo médico, permitan interpretar la situación desde una perspectiva psicosocial. Una manera muy productiva de lograr este acercamiento, es hacerlo a través de la conceptualización aportada por el modelo de los Ciclos Vitales y principalmente el de la Familia. En este sentido, la necesidad de un marco conceptual psicosocial para el estudio de esta fase de la vida, se constituye en una motivación importante para el presente trabajo. Por otro lado, convergen en su elaboración la experiencia de diez años del autor como asistente social en una Casa de Reposo para ancianos, y además, su experiencia como candidato a Magíster en la Universidad de Concepción, Chile, que se complementa con su formación en Psicoterapia Gestáltica. Partiendo del supuesto de que es casi imposible establecer una separación arbitraria entre los procesos y tareas de desarrollo individual y los modelos y tareas del desarrollo familiar, la propuesta tratará de conciliar elementos del desarrollo individual en la tradición de Erik Erikson con la conceptualización del Modelo del Ciclo Vital Familiar.