Este trabajo tuvo por objetivo cuantificar el efecto de los principales variables (contenido de sólidos, recuento bacteriano y de células somáticas, volumen, estacionalidad y diferimiento de los pagos), sobre el precio de la leche pagado por las industrias durante el año 2004. Además se cuantificó la diferencia de precio existente entre Uruguay, y la Unión Europea, Estados Unidos, y Nueva Zelanda para ese mismo año. Para ello se procedió a caracterizar los sistemas de pago de las empresas, para luego reconstruirlos en planillas electrónicas, y de esta manera poder efectuar una comparación de los precios pagados por cada una de las industrias para diferentes tipos de leches, y así cuantificar los efectos que las principales variables ejercen sobre el precio pagado en nuestro país. La principal fuente de información para este trabajo consistió en los datos que presentan las correspondientes empresas a través de las boletas de compra que reciben los productores. El análisis incluyó a seis empresas lácteas que en conjunto comprenden al 81% de los productores remitentes y el 74% de la leche remitida a plantas en el año 2004. En lo referente a la disponibilidad de información, tanto en cantidad como en calidad, un aspecto a remarcar es la existencia de grandes diferencias en la información brindada en las boletas de pago que recibe el productor. Este es un factor que quita transparencia a los sistemas de pago y que dificulta las comparaciones. Salvo una excepción, la información de los sistemas de pago y de la formación del precio no están fácilmente disponibles y comprensibles para los remitentes y el público en general. En cuanto a los sistemas de pago en sí mismos, en general no se observan diferencias importantes en los parámetros de pago que integran el precio de la leche, a excepción del volumen, el cual es tomado en cuenta únicamente en una de las empresas. Con referencia la ponderación de los parámetros, si existen diferencias importantes en algunos de ellos, especialmente en la calidad, y en el pago de la grasa butirosa. En lo referente a la estacionalidad de la remisión, la misma no aparece como un parámetro de peso en la formación del precio de la leche. La empresa que presentó el mayor precio por sólidos, tanto por el kg de proteína, como por el kg de grasa butirosa, no es la que pagó el mayor precio promedio por una leche “tipo” según el análisis realizado en este trabajo. Ello demuestra la importancia de conocer a fondo los sistemas de pago y contar con una herramienta de fácil aplicación para efectuar el recalculo y seguimiento comparativo de los precios finales pagados por cada una de las empresas para un mismo tipo de leche. Queda claro entonces que no es suficiente el conocimiento del precio de los sólidos para realizar comparaciones de precios. Es fundamental conocer en forma integral el sistema de bonificaciones y castigos aplicados por cada industria