La cultura del cuidado en las personas con demencia
Resumen:
Ante una situación de demencia confirmada, es esencial informar a la persona afectada y a su familia, ya que surgirán cambios en función de la evolución del diagnóstico. El seguimiento en las situaciones de demencia debe individualizarse según: las necesidades de cada persona, la existencia o no de una persona cuidadora y la calidad de los cuidados que se brindan. Es fundamental identificar cuál es la persona del entorno que va a desempeñar el papel de cuidador, ya que será la que deberá asumir la responsabilidad de los cuidados y precisará atención específica de los profesionales de la salud. El seguimiento debe ser: (i) Multidisciplinar; a través de la valoración de los profesionales de Medicina, Enfermería, Trabajo Social y Psicología, teniendo en cuenta las opiniones de la persona con demencia como del cuidador. (ii) Integral; según las necesidades individuales, su estadio clínico-funcional y su situación social, así como las necesidades del cuidador. El cuidador principal es el que provee cuidados a la persona con demencia, tiene a su cargo la toma de decisiones y se responsabiliza por esta. Esta tarea rutinaria, sin descanso ni relevo, en la cual van aumentando las responsabilidades diariamente, va frustrando planes personales y aislando socialmente al cuidador. Si a esto, se le suma la falta de información acerca de la enfermedad de su familiar, y la incapacidad para reconocer sus propios sentimientos ambivalentes se torna altamente estresante, y por lo tanto insalubre. Los profesionales deberían ofrecer estrategias de tratamiento, acompañamiento y contención, para evitar situaciones de maltrato
2015 | |
POLITICA SOCIAL CUIDADOS SALUD DEMENCIA BIENESTAR SOCIAL BIENESTAR SOCIAL REFORMAS URUGUAY |
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Español | |
Universidad de la República | |
COLIBRI | |
http://hdl.handle.net/20.500.12008/10837 | |
Acceso abierto | |
Licencia Creative Commons Atribución – No Comercial – Sin Derivadas (CC BY-NC-ND 4.0) |
Sumario: | Ante una situación de demencia confirmada, es esencial informar a la persona afectada y a su familia, ya que surgirán cambios en función de la evolución del diagnóstico. El seguimiento en las situaciones de demencia debe individualizarse según: las necesidades de cada persona, la existencia o no de una persona cuidadora y la calidad de los cuidados que se brindan. Es fundamental identificar cuál es la persona del entorno que va a desempeñar el papel de cuidador, ya que será la que deberá asumir la responsabilidad de los cuidados y precisará atención específica de los profesionales de la salud. El seguimiento debe ser: (i) Multidisciplinar; a través de la valoración de los profesionales de Medicina, Enfermería, Trabajo Social y Psicología, teniendo en cuenta las opiniones de la persona con demencia como del cuidador. (ii) Integral; según las necesidades individuales, su estadio clínico-funcional y su situación social, así como las necesidades del cuidador. El cuidador principal es el que provee cuidados a la persona con demencia, tiene a su cargo la toma de decisiones y se responsabiliza por esta. Esta tarea rutinaria, sin descanso ni relevo, en la cual van aumentando las responsabilidades diariamente, va frustrando planes personales y aislando socialmente al cuidador. Si a esto, se le suma la falta de información acerca de la enfermedad de su familiar, y la incapacidad para reconocer sus propios sentimientos ambivalentes se torna altamente estresante, y por lo tanto insalubre. Los profesionales deberían ofrecer estrategias de tratamiento, acompañamiento y contención, para evitar situaciones de maltrato |
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